Es muy posible que la desfachatez, insensatez, avaricia y soberbia del hijo de un déspota africano hubiese pasado desapercibida en Sudáfrica de no ser que hoy se está juzgando todo aquello que pudiera convertirse en la gota de agua que hace desbordar al vaso. También es posible que el hijo del déspota a quien me refiero, al haber ya dejado su marca en este país, sea un tema más interesante para el público en general.
En el 2006, Teodorín Obiang, hijo y posible sucesor del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, pasó un gran fin de semana en Ciudad del Cabo. En un fin de semana consiguió gastar diez millones de dólares -sí señor, diez millones de dólares-. Compró una o dos torres, un Bentley Arnage, un Bentley Continental y un Lamborghini de segunda mano. La gran y extravagante fiesta que dio en honor de personalidades políticas y de los sicofantes de turno le ayudó a alcanzar la suma mencionada sin esforzarse demasiado. Todo eso en un fin de semana.
Teodoro Nguema Obiang Mangue
Además de ser hijo del presidente, es ministro de Agricultura, con un sueldo mensual de 6.800 dólares. El 70% de la población vive con un máximo de 60 dólares al mes. Con el fin de destacar más todavía en el mundo de los oligarcas, Teodorín se está haciendo construir un yate que costará la astronómica cantidad de 380 millones de dólares. Para poner esta cantidad en perspectiva, no hace falta más que decir que los presupuestos anuales combinados de Educación y de Salud en Guinea Ecuatorial no alcanzan tal cantidad.
Este no es más que otro ejemplo de la forma de actuar de las oligarquías en África. Guinea Ecuatorial es el país más próspero del continente africano gracias a su petróleo. No obstante, la riqueza se reparte entre los dirigentes políticos y las familias que forman la elite del país. ¿Qué pasa con tanto dinero? Es dinero robado que no se usa para mejorar el nivel de vida de la población. Esas fortunas amasadas gracias a la confabulación con los dirigentes de ciertos países europeos acaban en las arcas de sus bancos, los otros cómplices que solamente piensan en beneficios.
Esperemos que los vientos de cambio que están azotando el norte de África aceleren su ritmo y lleguen pronto al oeste.
3-III-11, Mariano Castrillón, lectores corresponsales/lavanguardia
Teodoro Nguema Obiang Mangue, hijo del jefe del Estado guineano, ha encargado a unos astilleros alemanes la construcción en secreto de un yate de superlujo valorado en 288 millones de euros o 380 millones de dólares, según denuncia la organización anticorrupción “Global Witness”.
El dinero que el hijo de Teodoro Obiang, de 41 años y conocido como Teodorín, ha decidido gastarse en su yate equivale a casi tres veces los fondos que el país africano, rico en petróleo, destina anualmente a sanidad y educación juntas, critica esa organización.
Teodorín pidió a la empresa alemana Kusch Yachts que le presentase un proyecto de yate, supuestamente inspirado en el “Pelorus”, del oligarca ruso Roman Abramovich, propietario también del yate más caro del mundo, el “Eclipse”, valorado en 1.200 millones de dólares.
Un investigador de Global Witness visitó los astilleros de Kusch en el norte de Alemania y obtuvo detalles sobre el proyecto secreto, bautizado “Zen”, además de la confirmación de la identidad del cliente y del valor del yate.
Kusch presentó el diseño del buque en diciembre de 2009 y pidió 250.000 euros por ese trabajo inicial, señala Global Witness, según el cual la fecha de entrega del yate, que aún no ha empezado a construirse, es a finales del próximo año.
Empleados de Kusch que hablaron con el investigador de Global Witness explicaron que el yate de Tedorín, que ha sido diseñado, al igual que el “Pelorus” por el británico Tim Heywood, tendrá 118,5 metros de eslora, un cine, restaurante, bar, piscina, y un sistema de seguridad completo con barreras fotoeléctricas y puertas que se abren con las huellas dactilares.
Global Witness ha acusado al régimen de Obiang de dedicarse a saquear al pueblo guineano y ha denunciado entre otras cosas el lujoso estilo de vida de Teodorín en Estados Unidos y otras partes del mundo.
Así, el hijo de Teodoro Obiang posee una mansión de 35 millones de dólares en Malibú (California), toda una flota de coches de lujo y un avión privado.
Su sueldo como ministro de Agricultura es de 6.799 dólares al mes, lo que significa, según ha calculado Global Witness, que tardaría 4.600 años en pagar lo que cuesta el yate.
“Hay pruebas de un nivel de corrupción de Teodorín que no sería posible si países como Alemania o Estados Unidos no fuesen lugares seguros para él y su discutible riqueza secreta”, critica Gavin Hayman, director de campañas de Global Witness.
“380 millones de dólares es una cantidad tremenda y que el hijo del presidente de un país tan pobre haya encargado un yate así no deja de constituir una extravagancia insultante”, agrega Hayman.
Según esa organización, desde su llegada al poder en 1979 a raíz de un golpe de Estado, Teodoro Obiang preside “un gobierno represivo dependiente casi exclusivamente de los ingresos generados por multinacionales como ExxonMobil o Marathon, entre otras”.
Desde que se descubrió el petróleo a mediados de los noventa y aunque parezca increíble, critica Global Watch, los niveles de pobreza han empeorado en el país
7-III-11, noticiassin