Amnistía Internacional (AI) denunció ayer que al menos 527 ejecuciones se llevaron a cabo en el 2010, cifra que no incluye las miles de condenas que se cree que se llevaron a cabo en China, país que sigue siendo el mayor verdugo del mundo y en el que las ejecuciones se mantienen en secreto. La organización también informó de que ha aumentado a 23 el número de estados que condenan a reclusos, cuatro más que en el 2009, año en el que AI registró el menor número de países que habían ejecutado a personas desde que comenzó a hacer el seguimiento de las cifras sobre la pena de muerte. El grupo, con sede en Londres, expresó que siguen luchando para eliminar esta práctica que consideran "cruel y degradante". Pese al aumento registrado en el 2010, se han reducido las ejecuciones y muchas naciones han eliminado la pena capital, como la región africana de Gabón, que fue el país número 96 que eliminó esta práctica. La organización afirmó: "Un mundo libre de la pena de muerte no sólo es posible, sino que es inevitable; la cuestión es cuánto tiempo tardaremos en conseguirlo". 29-III-11, ap, lavanguardia