La Iglesia católica belga asumió ayer por primera vez su "responsabilidad moral" ante las acusaciones de pederastia que pesan contra cientos de sus sacerdotes y religiosos, destapadas después de que el ya ex obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, admitiera hace un año haber abusado sexualmente de un menor.
Este reconocimiento irá acompañado de indemnizaciones económicas para las víctimas, decidió ayer la conferencia episcopal de acuerdo con las principales órdenes religiosas del país. Los obispos belgas siguen así la recomendación realizada hace dos meses por la comisión parlamentaria creada para debatir qué tratamiento debía darse a las 500 denuncias presentadas el año pasado por casos de pederastia cometidos en parroquias o internados gestionados por la Iglesia católica. La mayoría de los casos han prescrito y son estos los que ahora la Iglesia belga ha aceptado compensar.
Desde que el caso Vangheluwe provocó un aluvión de denuncias y la puesta en marcha de una fallida investigación judicial, varios obispos habían expresado su inquietud por que la admisión de responsabilidad en estos escándalos derivara - como en Estados Unidos-en demandas masivas de indemnización por parte de las víctimas.
Incluso el prelado André-Joseph Leonard, arzobispo de Bruselas y Malinas, se desentendió en un primer momento de la cuestión, una actitud que irritó profundamente a la clase política belga, incluida la democracia cristiana flamenca. Finalmente, la jerarquía católica ha sido sensible a la presión social y política y ayer rompió su silencio.
"Los actos llevados a cabo por miembros de la Iglesia son especialmente reprobables teniendo en cuenta que los religiosos revisten autoridad moral ypor ello deberían tener una actitud ejemplar", admiten los obispos en su declaración. "Los obispos y superiores religiosos se comprometen a adoptar las medidas necesarias para restablecer la dignidad de las víctimas y procurarles la indemnización económica de la que deba derivarse", añaden.
"Es un día importante para las víctimas, su sufrimiento se ve reconocido", celebró la socialista Karine Lalieux, presidenta de la comisión parlamentaria, satisfecha con "la ruptura de la Iglesia con el discurso que hasta ahora había mantenido". Pero no todos los perjudicados se conforman con esta solución. Un grupo de ochenta supuestas víctimas anunció que presentará mañana una denuncia contra el Vaticano y sus representantes en Bélgica ante la justicia civil por "negligencia culpable".
También la Iglesia católica en Alemania y Holanda ha asumido "medidas reparadoras" en el plano económico con las víctimas de abusos, aunque las modalidades aún no están pactadas.
En Holanda la cuestión sigue de plena actualidad, después de que la congregación salesiana destituyera la semana pasada a su máximo responsable en el país, Hermann Spronck, por supuestamente encubrir aun sacerdote de la orden - también suspendido-que militaba por la despenalización de las relaciones sexuales con menores. El caso ha vuelto a sacudir Holanda, que ha registrado la cifra récord de 1.975 denuncias por abusos sexuales contra curas y religiosos.
31-V-11, B. Navarro, lavanguardia