Mor l´activista i vídua del Nobel de la Pau Andréi Sàkharov, Elena Bonner
L´esposa del dissident soviètic ha estat una de les veus més crítiques amb Putin i va condemnar la guerra contra Txetxènia empesa per Boris Yeltsin als 90
Barcelona | Actualitzada el 19/06/2011 11:21, ara.cat
L´activista pro drets humans i vídua del Premi Nobel de la Pau i dissident soviètic Andréi Sàkharov ha mort a Boston als 88 anys, segons han informat les agències russes.
Bonner va morir ahir després d´una malaltia que ja va impedir que el 21 de maig els seus fills viatgessin fins a Moscou per assistir als actes commemoratius del 90è aniversari del naixement de Sàkharov, mort al 1989."
L´activista va ser una de les veus que va condemnar més durament la guerra de Rússia contra Txetxènia el 1994, qualificant-la de "genocidi". Com a mostra de la seva protesta va renunciar a ser cap de la comissió de drets humans adjunta al llavors president rus, Boris Ieltsin.
També va ser molt crítica amb Yeltsin quan va promoure Vladimir Putin com el seu successor i li va retreure nomenar un exagent del KGB com a nou responsable del destí rus. Al març de l´any passat la seva signatura va ser la primera del manifesta ´Putin ha de marxar´.
A Yelena Bónner se la empezó a conocer en todo el mundo por ser la mujer de Andréi Sájarov, el padre de la bomba atómica soviética que se convirtió en el más prominente de los disidentes soviéticos en los años 70 y 80. Gracias a repetidas huelgas de hambre de Sájarov, las autoridades de la URSS permitieron a Bonner salir del país varias veces para recibir tratamiento médico.
Fue ella quien en 1975 recogió en Oslo el Premio Nobel de la Paz para Sájarov, porque Moscú no le permitía viajar al extranjero y su mujer se hallaba en esos momentos en Roma. Tras la muerte del físico nuclear, en 1989, Bónner conservó su legado, editó su biografía y apoyó con su experiencia anterior a los movimientos de derechos humanos que con los presidentes Boris Yeltsin y Vladímir Putin se han opuesto a las guerras de Chechenia y han luchando por las libertades.
Sin embargo, Yelena Bónner se hizo por sí misma una reputación de luchadora y activista incansable dentro del movimiento soviético por los derechos humanos de los años 60. Falleció el sábado por la noche en Boston a la edad de 88 años. Según la agencia Ria Novosti, fue su hija, Tatiana Yankelévich, la que dio la noticia. Al parecer, llevaba ingresada en un centro médico desde el pasado febrero. Debido a su grave enfermedad, sus hijos no pudieron viajar a Moscú en mayo pasado, cuando se conmemoraron los 90 años del nacimiento de Sájarov, explicó ayer Ludmila Alexéyeva, presidenta del Grupo Helsinki-Moscú de derechos humanos.
Yelena Bónner nació en 1923 en Merv (hoy Mary), en la actual república ex soviética de Turkmenistán. Su padre, Georgi Alijánov, era armenio. Su madre, Ruth Bónner, una destacada comunista judía. Su familia sufrió las purgas estalinistas de los años 30. Durante la Gran Purga, en 1937, sus padres fueron detenidos. Él fue ejecutado. Ella, enviada a un Gulag cerca de Karaganda (Kazajistán). Su tío materno, Matvéi Bónner, fue ejecutado y su mujer sufrió exilio interno.
Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como enfermera. Se graduó en pediatría y se casó con un compañero de estudios, Iván Semyonov, del que después se divorciaría. El matrimonio tuvo dos hijos, Tatiana y Alexéi. En 1972 se casó con Andrei Sajarov.
Su apartamento, como el de muchos activistas, se convirtió esos años en sede de reuniones clandestinas de la disidencia. En 1976, fue una de las fundadoras del Grupo Helsinki-Moscú. Sájarov criticó con dureza la invasión soviética de Afganistán, que se inició en 1979. Eso le valió que en 1980 fuera condenado al exilio interior. Las autoridades soviéticas le enviaron a Gorki , en esos años una ciudad cerrada a los extranjeros. Cuatro años después, Bonner también fue enviada allí. En 1986, Gorbachov les permitió volver a Moscú. Sájarov falleció en 1989. Tras su muerte, Yelena creó la Fundación Sájarov y los Archivos Sájarov en Moscú. Vivía entre Rusia y EE. UU, donde se fueron sus hijos a finales de los 70, acosados por el KGB.
21-VI-11, G. Aragonés, lavanguardia