el Estado de Nueva York aprueba los matrimonios homosexuales

En los últimos años, la causa del matrimonio homosexual ha sufrido avances y reveses en EE. UU. La ley de Nueva York no cierra el debate. En el ámbito federal, el matrimonio homosexual no está reconocido. Pero los estados pueden legalizarlo. Hasta el voto en Nueva York el viernes, las bodas gais estaban reconocidas en cuatro estados de Nueva Inglaterra (Connecticut, Massachusetts, Nuevo Hampshire y Vermont), en Iowa y en Washington DC Al mismo tiempo, treinta estados han enmendado sus respectivas constituciones para prohibirlas. Este año iniciativas similares a la de Nueva York fracasaron en Maryland y Rhode Island. California, con 37 millones de habitantes, evidencia lo complejo que es legalizar el matrimonio homosexual estado por estado, y no con una ley federal. En el 2008 el Tribunal Supremo de California legalizó el matrimonio homosexual, pero medio año después un referéndum lo ilegalizó. Ahora el caso se encuentra en los tribunales.

A partir del 24 de julio gais y lesbianas podrán casarse en Nueva York, el sexto estado en adoptar la medida, además del distrito de Columbia, y el mayor de EE. UU. en hacerlo. Con la adopción, tras una semana de negociaciones agónicas, de la ley neoyorquina, el número de estadounidenses que disfrutarán de este derecho se multiplica por más de dos.

La legalización de matrimonio homosexual en Nueva York, que equipara este estado de casi veinte millones de habitantes con países europeos como España, es una victoria para el movimiento de gais y lesbianas. E impulsa una causa que ha topado con obstáculos en la mayoría de los cincuenta estados de la Unión, y que ni siquiera cuenta con la aprobación explícita de Barack Obama.

El jueves, en un acto de recaudación con donantes homosexuales en Nueva York, varios asistentes exigieron al presidente demócrata que apoyase el matrimonio entre gais y lesbianas.

Obama respondió: "Creo que las parejas gais merecen los mismos derechos legales que cualquier otra pareja en el país". La declaración supo a poco a muchos activistas. Lo que está en cuestión no es la aceptación de las parejas de hecho sino el reconocimiento del matrimonio.

El presidente ha admitido que sus posiciones sobre las bodas entre personas del mismo sexo está "evolucionando".

En febrero, la Administración Obama anunció que dejaría de defender en los tribunales la ley de la Defensa del Matrimonio, que impide el reconocimiento en el ámbito federal de los matrimonios homosexuales. Obama también ha promovido la abolición de la discriminación de los homosexuales en las fuerzas armadas.

El viernes cuatro legisladores republicanos de Albany superaron al presidente por la izquierda y votaron a favor de la legalización de las bodas de gais y lesbianas. De este modo, una cámara con mayoría republicana adoptó una legislación que los republicanos combaten en todo el país.

La semana anterior, la Asamblea legislativa había adoptado la ley que el viernes ratificó el Senado. Hace dos años la iniciativa se estrelló en la misma cámara, entonces con mayoría demócrata. Un grupo de multimillonarios republicanos que simpatizan con los derechos civiles de los homosexuales tuvieron un papel decisivo para contrarrestar la campaña en contra promovida, entre otros, por la iglesia católica.

El obispo de Brooklyn, Nicholas DiMarzio, acusó ayer a Cuomo y a los legisladores de "deconstruir la institución más importante de la historia humana".

Un sondeo de ABC y The Washington Post reveló en marzo que un 53% de estadounidenses cree que las bodas gais deberían ser legales. En el 2006 eran un 36%. Como Obama, EE. UU. también está "evolucionando".

26-VI-11, M. Bassets, lavanguardia