Las exportaciones de armas de Gran Bretaña a Oriente Medio y el Norte de África se han incrementado un 30% desde que brotaron las primaveras árabes, según el diario británico The Times. La noticia ha puesto al Gobierno Cameron en el punto de mira, acusado de no tener "coherencia" en su política armamentística. Gran Bretaña vendió armas por 30,5 millones de libras (34,5 millones de euros) a países como Libia (la de Gadafi), Bahréin y Arabia Saudí entre febrero y junio; en el mismo periodo del año anterior el montante había sido de 22,2 millones de libras (25 millones de euros). Entre las armas exportadas había material antidisturbios, munición de pequeño calibre, rifles de mira telescópica, escopetas y subfusiles. El envío de armas a Bahréin coincidió con las fechas críticas de la aplastada revuelta...
En Libia hay del orden de 20.000 cohetes antiaéreos desperdigados "que podrían ir a parar a Mali, Níger o Chad y caer en manos de Al Qaeda", afirmó ayer en Trípoli el director de Emergencias de Human Rigths Watch (HRW) y uno de los tres investigadores que la organización de defensa de los derechos humanos tiene trabajando en el país, Peter Bouckaert. Se trata de cohetes Sam 7 y Sam 14, misiles portátiles de origen soviético que "pueden derribar un avión civil o un helicóptero, como en el plan que tenía Al Qaeda de derribar un avión en Mombasa". En noviembre del 2002, se dispararon dos cohetes contra un avión de la compañía israelí El Al, sin causar víctimas. El Gobierno de Mali ya ha advertido de que estaban llegando a su país armas libias para abastecer a Al Qaeda en el Magreb Islámico.
Según Bouckaert, "en Libia hay diez veces más armas de las que había en Iraq", y el mayor peligro es que no haya control, ya que "con un proyectil de artillería puede fabricarse una bomba para cometer atentados". Hay una gran cantidad de esta munición, así como de cohetes Grad, desperdigada por el país.
Gadafi, dice Bouckaert, llenó el país de armas que "estuvo comprando en los años setenta y ochenta, una gran cantidad de armamento convencional y, además, bombas de racimo a España en el 2007 y otras armas a Bélgica y Sudáfrica en el 2009. Hay almacenes por todas partes".
1-IX-11, F. Flores, lavanguardia