Las fuerzas armadas de Estados Unidos aceptan desde la madrugada de ayer (a las 00.01 h) a los homosexuales. La entrada en vigor de la ley que pone fin a la exclusión de los gais y lesbianas declarados se desarrolló sin sobresaltos. Hasta ahora, las fuerzas armadas toleraban la presencia de homosexuales siempre que ellos no lo explicasen o alguien les denunciase. Era la política del don´t ask don´t tell:no preguntes, no lo digas. Unos 10.000 militares fueron despedidos o colgaron el uniforme debido a su orientación sexual. Tras años de debate, en el 2010 el presidente Barack Obama puso fin a esta discriminación, pero el Pentágono requirió un periodo de preparación antes de que la nueva ley entrase en vigor. "A partir de hoy, los americanos patriotas uniformados no tendrán que mentir para servir al país que aman", dijo ayer Obama en un comunicado. "A partir de hoy nuestras fuerzas armadas dejarán de perder las capacidades extraordinarias y la experiencia de combate de tantos miembros del servicio gais y lesbianas". Algunos grupos de soldados y veteranos celebraron con fiestas el fin de la exclusión. El teniente de la Marina Gary Gross fue el primero en casarse con otro hombre, pasada la medianoche. 21-IX-11, M.B., lavanguardia