Desmond Tutu condena veto sudafricano a Dalai Lama

Durante su queja por el trato de Sudáfrica al Dalái Lama, Desmond Tutu (ambos premiados con el Nobel de la Paz) explicó un detalle que ilustraba el desprecio gubernamental al faro moral sudafricano. Tutu lamentaba que con Mandela tenía línea directa - "le llamaba y me ponían directamente con él. Incluso Mbeki, su sucesor, devolvía las llamadas"-,pero ahora no. "He llamado al presidente Zuma varias veces. Nunca ha devuelto la llamada. Jamás".

videoconferencia Desmond Tutu-Dalai Lama, 8-X-2011

Mandela tardó poco en meterse al mundo en el bolsillo. En 1994, pocos días después de convertirse en el primer presidente negro del país, Madiba, como así se le conoce afectuosamente, trazó la línea de su política exterior: "Los derechos humanos serán la luz que guiará nuestra diplomacia. Sólo la verdadera democracia puede garantizar los derechos", aseguró. Y Sudáfrica se convirtió en ejemplo. En una suerte de moral del mundo. Otro Nobel de la Paz sudafricano, el arzobispo Desmond Tutu, bautizó al estado recién liberado, que acababa de vencer al horror del apartheid,con una explosión de júbilo: "Sudáfrica es la nación del arco iris", dijo. Diecisiete años después, el propio religioso ha deshecho el hechizo de esta imagen.



Tutu, que anteayer cumplió 80 años, estalló de indignación porque el gobierno sudafricano, poco dispuesto a arriesgar sus jugosas relaciones con China, no había concedido visado al Dalái Lama, quien estaba invitado a los actos de cumpleaños del líder octogenario: "Señor Zuma, tú y tu gobierno no me representáis. Representáis vuestros propios intereses. Y os advierto como advertí a los nacionalistas (del apartheid),un día empezaremos a rezar por la derrota del Gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA)".



Su tristeza degeneró en cólera. Más de un político frunció el ceño al conocer la furibunda reacción del líder moral de Sudáfrica, con permiso del retirado Nelson Mandela, de 93 años. "Este Gobierno - continuó Tutu-,nuestro gobierno, ¡ja! es peor que el del apartheid porque de ellos al menos te lo esperabas. De nuestro gobierno esperas que sean sensibles a los sentimientos de nuestra Constitución". Sus palabras fueron la condena más profunda de un líder negro al alma del movimiento de liberación sudafricano.

9-X-11, X. Aldekoa, lavanguardia

El Dalai Lama criticó el sábado enérgicamente a China, a la que acusó de haberle impedido viajar a Sudáfrica para celebrar los ochenta años del arzobispo Desmond Tutu.

El líder espiritual tibetano habló con Tutu y respondió preguntas por un enlace de video, en vez de asistir personalmente a la ceremonia en homenaje al héroe contra el "apartheid" sudafricano un día después de su cumpleaños. Tutu preguntó al Dalai Lama por qué China, principal socio comercial de Sudáfrica, temía a quien como él ganó el Premio Nobel de la Paz.

El Dalai Lama, que habló desde un cuarto decorado con orquídeas y tapices de seda desde su hogar en el exilio en la India, dijo que la propaganda comunista lo caracterizaba como un demonio.

"Sí, tengo cuernos", ironizó, ante la risa de Tutu y otros espectadores que lo vieron en una pantalla de video en la Universidad del Cabo Occidental, cerca de Ciudad del Cabo. El encuentro fue difundido en vivo por internet, pero no por la televisión estatal sudafricana.

El Dalai Lama dijo que para las autoridades comunistas y quienes viven en otros sistemas totalitarios "mentir, lamentablemente, se ha convertido en parte de sus vidas". Agregó que incomodaba a las autoridades chinas porque decía la verdad.

Agregó que el pueblo chino debería oír su posición y juzgar de por sí. "La censura es inmoral", afirmó.

El Dalai Lama también reclamó reformas legales en China.

"El sistema judicial chino debe atenerse a los niveles del derecho internacional", agregó.

El líder espiritual tuvo que desistir de su visita a Sudáfrica después de esperar la visa durante semanas. Las autoridades sudafricanas niegan que la demora se haya debido a presiones de China, que acusa al Dalai Lama de separatista. El Dalai Lama insiste en que solamente busca una mayor autonomía para el Tíbet.

Tutu, a quien se suele describir como la conciencia de Sudáfrica, dijo que el gobierno sudafricano, conducido por el Congreso Nacional Africano, es peor que el anterior régimen opresivo blanco por no conceder la visa. Tutu acusó al gobierno de no apoyar "a los tibetanos que son oprimidos cruelmente por los chinos".

Tutu recibió el Nobel de la Paz en 1984 y el Dalai Lama en 1989.

8-X-11, D. Bryson, msn