a latigazos con Mazieh Vafamehr

Mazieh Vafamehr: la actriz ha sido condenada a un año de cárcel y 90 latigazos por explicar en My Theran for sale los límites de los artistas en Irán.

No habían pasado 48 horas desde que la BBC Persa transmitiera un documental sobre la vida del Líder Supremo de la Revolución, Ali Jamenei, el pasado 17 de septiembre, cuando se conoció la detención de diversas personas que trabajan en la industria del documental, de las que dos fueron puestas ayer en libertad tras pagar 160.000 dólares de fianza. Se les acusaba de "proveer información y películas a la BBC con el objetivo de presentar una mala imagen de Irán y de los iraníes", según dijo la prensa local, que no reveló los nombres de los implicados en su momento.



Empezó entonces una batalla no sólo contra la cadena de televisión británica, que ha incluido la interferencia de la señal y decenas de declaraciones oficiales en las que se le señala como enemigos de la República Islámica, sino contra un gran número de personas relacionadas con el mundo del cine, especialmente de los documentales, que una vez más volvían a quedar en el punto de mira de las autoridades. Otra reconocida creadora, Mahnaz Mohammadi, había pasado varias semanas en prisión este verano, antes de ser puesta en libertad bajo fianza. La misma suerte corrieron las actrices Pegah Ahangarani y Mazieh Vafamehr, quien hace sólo unos días fue condenada a un año de prisión y 90 latigazos por el papel en la película My Tehran for sale que cuenta los límites que tienen los artistas en Irán.

"Está claro que están aprovechando esta situación para cerciorarse de que nadie tenga relación con las cadenas que emiten desde afuera, especialmente la BBC", explicó a La Vanguardia un documentalista que reside en Europa.

Además de los seis detenidos en esta última tanda de arrestos, un gran número de realizadores han sido llamados a interrogatorio en el que después de largas horas se les ha oblidado a comprometerse a no trabajar nunca para cadenas internacionales, especialmente la BBC, cuya cadena en lengua Farsi es de las más seguidas en Irán.

A pesar de estar prohibidas y perseguidas por las autoridades, las antenas parabólicas son comunes en el país: los pueblos más remotos tiene acceso a cadenas internacionales en farsi. En ese contexto se enmarca la indignación que provocó en las autoridades locales la emisión del documental sobre el Líder Supremo, figura intocable en Irán, en el que grandes nombres en el exilio hablaban del ayatolá Jamenei antes de que se convirtiera en la principal figura de la República Islámica.

"El arresto de estas personas que colaboraron con la BBC tiene el objetivo de prevenir que otros caigan en la trampa de la agencia de espionaje británica", dijo entonces a la agencia de noticias Fars el ministro de Justicia, Heidar Moslehi. Según ha informado el gobierno a La Casa del Cine iraní, todo aquel que colabore con una "cadena ilegal" está cometiendo crímenes en contra de la Seguridad Nacional, penalizados con 10 años de cárcel.

El director de la BBC Persa, Sadeq Saba, por su parte, desmintió en su momento que esas personas trabajaran con la cadena británica al tiempo que aseguró que este documental había sido producido en casa sin participación iraní. Los realizadores habrían vendido producciones ya terminadas a la BBC o otras cadenas en Farsi.

"Es muy interesante el mensaje que tratan de enviar pues en el grupo de detenidos hay personas que representan a todas las actividades de la industria", dijo un documentalista sobre los detenidos Nasser Saffarian, Hadi Afarideh, Shahnama Bazdar, Mohsen Shahnazdar y Katayoun Shahabi, la única mujer del grupo que trabaja en los campos de la producción y distribución.

Dentro de los detenidos también está Mojtaba Mirtahmasb, a quien semanas atrás se le decomisó su pasaporte minutos antes de embarcar hacia Europa para presentar This is not a film.Esta producción de 45 minutos y grabada en Iphone narra la vida de Jafar Panahi, el premiado director iraní, tras ser condenado en diciembre a seis años de cárcel y a 20 años sin practicar la profesión.

Festivales como Cannes, San Sebastián o Toronto han condenado la detención de los seis realizadores y pedido su inmediata liberación, y Amnistía Internacional ha denunciado el intento de "aislar a los iraníes de la comunidad internacional a través de criminalizar contactos con medios extranjeros y otras organizaciones".

La pelea de Irán con la BBC se remonta a décadas atrás cuando incluso el sha de Persia, Reza Pahlevi, acusó a la cadena británica de ayudar a promover la Revolución que lo derrocó. Esta desconfianza continuó instaurada la República Islámica. En junio del 2009, cuando miles de personas salieron a la calle a protestar por el resultado a las elecciones presidenciales, el gobierno acusó de inmediato a la BBC de estar detrás de las marchas. Y el entonces corresponsal de la cadena, Jon Leyne, fue acusado de estar detrás del asesinato de la joven Neda Soltani y expulsado del país horas después. La cadena no tiene corresponsal en Irán desde entonces.

11-X-11, C. Gómez Ángel, lavanguardia