La ausencia de los premiados suele ser un buen termómetro del grado de represión al que se enfrentan en sus países los activistas distinguidos por el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, creado por el Parlamento Europeo en 1988. Su última edición, que ha reconocido la lucha pacífica por la democracia de cinco activistas de las primaveras árabes, ha confirmado la validez de este indicador.
Jerzy Buzek, presidente de la Eurocámara, entregó ayer el premio a la bloguera egipcia Asmaa Mahfuz y al ex preso político libio Ahmed el Sanusi, mientras el tunecino Mohamed Buazizi (el tendero que con su suicidio encendió la mecha de la revolución de los jazmines) fue galardonado a título póstumo y recordado con un minuto de silencio.
Los dos galardonados procedentes de Siria no pudieron viajar a Estrasburgo. Se trata de la abogada Razan Zaituneh, que permanece escondida y mantiene una intensa actividad informativa desde su blog, y el artista Ali Farzat, autor de caricaturas sobre el régimen de Bashar el Asad, exiliado en Kuwait tras ser torturado en agosto por las fuerzas de seguridad sirias.
"En muchos lugares, la lucha sigue activa. En Siria las demandas de los manifestantes son recibidas con balas, gases lacrimógenos, tanques, detenciones arbitrarias y torturas", denunció Buzek.
"Esto debe acabar - insistió-.Apoyamos todos los esfuerzos internacionales porque se haga justicia, incluida la acción del Tribunal Penal Internacional".
Asmaa Mahfuz, fundadora del movimiento juvenil 6 de Abril y conocida como "la chica que aplastó a Mubarak", dedicó el premio a los "mártires de la revolución" que no han podido ver los cambios en Egipto. El Sanusi, que pasó 31 años en prisión perseguido por Gadafi, llamó a la unidad nacional libia para construir un nuevo estado democrático.
15-XII-11, B. Navarro, lavanguardia