Un movimiento social a favor de la ciencia y en contra de los recortes va cobrando cada vez más fuerza, por supuesto, a través de Internet y las redes sociales. Tras el tijeretazo de 600 millones de euros anunciado por el Gobierno de Mariano Rajoy hace dos semanas —que se suma a los del anterior Ejecutivo—, la comunidad científica ha mostrado un profundo malestar. Y ahora son los ciudadanos los que han comenzado a manifestar su indignación por medio de una propuesta al Ministerio de Hacienda: añadir una casilla en la declaración de la renta para que aquel que lo desee pueda aportar el 0,7% de sus impuestos a la investigación. La idea, del joven científico español Francisco J. Hernández, ha recabado más de 60.000 firmas en la web Actuable.es, la mayoría, en menos de 48 horas.
Mientras el apoyo sigue creciendo y el eco de la iniciativa se extiende (la prestigiosa revista Nature la reflejó el martes en su blog), también aparecen algunas críticas. Por ejemplo, que se puede transmitir la idea de que la investigación se alimenta de limosnas o que si se abre la espita de un IRPF a la carta, la espiral puede no acabar nunca: ¿habría que poner una casilla para cada cosa? “Más que una propuesta concreta, es una denuncia ante la situación absurda en la que nos encontramos”, explica Hernández a través de un correo electrónico, “pero ha permitido a muchos ciudadanos mostrar su apoyo a la ciencia”.
Este físico soriano de 26 años, investigador en el Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, se indignó cuando conoció los recortes del nuevo Gobierno y lo conectó de inmediato con el dinero que recibe la Iglesia católica a través del IRPF. “Pensé que a lo mejor la ciencia necesita también una casilla en la declaración de la renta para compensar parcialmente la caída de su presupuesto. Siempre a sumar a una partida para financiar la ciencia desde los presupuestos, claro”, matiza Hernández. Con esta idea escribió una entrada en su blog de divulgación científica (resistencianumantina.blogspot.com) que ha suscitado muchos comentarios de apoyo y se ha movido por las redes sociales.
Un profesor de Historia de un instituto de Espejo (Córdoba), Miguel Ángel de la Fuente, recogió el guante y creó una petición pública en la web de activismo Actuable.es el pasado día 3. “La campaña es una llamada de atención a los políticos; lo que está en juego es el desarrollo científico de nuestro país”, dice De la Fuente. Este profesor, de 33 años, sabe bien en qué se traduce el tijeretazo, como demuestran varios de sus amigos, investigadores, que han tenido que emigrar a países como Austria, Holanda, EE UU o Alemania para poder acceder a un trabajo digno: “Muchos han intentado volver, pero no pueden”.
La protesta se basa también en un editorial de Nature que pedía a los Gobiernos de España, Italia y Grecia que reforzaran sus presupuestos en I+D+i. “En lugar de eso, se están aplicando recortes que terminarán destruyendo la comunidad de científicos que se creó en los años de bonanza”, se queja Hernández. En su opinión, “la política científica es una carrera de fondo, cuesta muchísimo tiempo y esfuerzo crear un sistema de calidad, pero lleva muy poco tiempo destruirlo”.
Los jóvenes investigadores que intentan abrirse camino en el campo de la ciencia constituyen uno de los colectivos más afectados por los recortes. “Cada vez hay menos ayudas y las que quedan sufren continuos retrasos en los pagos, en las tramitaciones...”, explica Pilar Navas-Parejo, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios. La idea de la casilla de la ciencia, continúa, puede estar bien “como iniciativa ciudadana para dar visibilidad al problema”, pero advierte: “Con esta propuesta parece que se asume que la ciencia es una actividad periférica para el Estado. La I+D no puede financiarse con caridades y limosnas. La ciencia tiene que ser financiada a través de los Presupuestos Generales del Estado de forma planificada”. Sin embargo, al director del Instituto de Ciencias Matemáticas, Manuel de León, le parece una buena iniciativa, tanto como mero toque de atención como si se llegara a poner en marcha como un aporte extra.
“El presupuesto para ciencia no puede depender de una sola casilla, pero es cierto que la idea era llamar la atención, y eso lo hemos conseguido. La verdad es que no sé qué pasaría si existiera la posibilidad de apoyar la ciencia en la declaración, pero si hubiera una casilla de libre asignación y la gente pudiera elegir diferentes cosas me parecería bien”, responde De la Fuente.
Un portavoz de la Secretaría de Estado de Investigación del Ministerio de Economía, de donde depende ahora Ciencia, se limitó ayer a decir que su departamento no tiene “una postura clara frente a la petición”.
12-I-12, M.A. Medina/J.A. Aunión, elpais