la homosexualidad en el mundo árabe

la homosexualidad en el mundo árabe

Las prácticas homosexuales son perseguidas en casi todo el mundo islámico, incluyendo aquí también a los 24 países árabes, tal como recogen los informes de Amnistía Internacional y la Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA). Las penas que se aplican a los que cometen estos actos considerados “nefandos”, por ser fruto de la “perniciosa influencia occidental”, van desde los cien latigazos, en muchos casos, hasta la pena de muerte.

La situación en los países árabes
Entre los Estados árabes que castigan con la vida el “delito” se encuentran países como Arabia Saudí, Qatar y Yemen. En el resto del mundo árabe, las cosas tampoco son fáciles para los gays y lesbianas: pueden ser condenados a largas penas en países como Argelia, Jordania, Kuwait, Libia, Marruecos, Siria y Túnez. A la intolerancia y la persecución se le viene unir el rechazo social, inculcado en el mundo árabe por las autoridades desde las escuelas y medios de comunicación, ya que la homosexualidad es considerada un estigma social y una práctica “innoble” e “inmoral” por las autoridades religiosas.

El caso saudí
En Arabia Saudí, país muy opaco informativamente hablando, los gays y lesbianas denunciados simplemente por sus vecinos son condenados a largas condenas en condiciones infrahumanas y la mayor parte de las veces incluso torturados. Al menos hay, según aseguran algunas organizaciones de derechos humanos, un centenar de gays y lesbianas encarcelados, aunque las autoridades raras veces informan acerca de estos procesos y las familias tampoco reclaman por estos detenidos “indignos”.

Un ejemplo reciente en Abu Dhabi
Recientemente, en uno de los innumerables procesos que se llevan contra los homosexuales en los países árabes, 26 hombres fueron condenados en Abu Dhabi por haber cometido “actos indecentes”, según aseguraba la condena ejemplarizante y con carácter intimidatorio contra estas prácticas. Los procesados habían sido arrestados en un hotel de esta ciudad, donde celebraban una de las numerosas fiestas clandestinas gays que se celebran en los Emiratos Arabes Unidos.

Hace años ya hubo una gran redada en este país contra una discoteca que celebraba estas fiestas y se anunciaba abiertamente por los voceros oficiales. Las fiestas gays, desde luego, no son toleradas por la policía religiosa de este Estado árabe. Los condenados, como otras decenas de gays detenidos en los Emiratos, serán probablemente enviados a la prisión de Al Wazba, una de las más duras y completamente aislada de cualquier núcleo urbano. Al parecer, cuentan los que han sobrevivido a esta gran ergástula del siglo XXI, las temperaturas en el recinto son superiores a los 40 grados, escasea el agua y las condiciones higiénicas son deplorables. Es decir, todo un dechado de “modernidad” y “respeto” a los derechos de los detenidos.

El ignorado caso egipcio
Egipto, país muy visitado por los europeos y generalmente admirado y respetado por los gobiernos occidentales, es otro mal ejemplo del trato denigrante, vejatorio y demencial que padecen los homosexuales en el mundo árabe. Hace cinco años una cincuentena de gays fueron detenidos en una fiesta clandestina e ilegal para las autoridades en un barco que celebraba un crucero por el Nilo.

Los arrestados fueron conducidos al jucio ocultando su identidad y alojados en grandes jaulas, como si fueran animales de exhibición, para después ser condenados a largas penas. Sus nombres, para mayor escarnio y castigo ante la sociedad, fueron ampliamente difundidos por las autoridades locales. Ni la presión internacional ni las protestas de las organizaciones de derechos humanos consiguieron que las autoridades de El Cairo pusieran en libertad a estos gays. Amnistía Internacional, hasta fechas muy recientes muy remisa con la persecución de los homosexuales en el mundo, denunció este caso y fue ampliamente conocido en todo el mundo.

Conclusión
Menos noticias hay del resto de los países árabes, pero podemos imaginar que la situación será muy parecida. Espero que estos tres casos sirvan para ilustrar la persecución que sufren los gays y lesbianas en un mundo muy hostil y dominado, en la mayor parte de los casos, por una rígida y estricta interpretación de ciertos principios religiosos. Numerosos homosexuales del mundo árabe han buscado y buscan refugio en los países europeos, dejando atrás un reguero de humillaciones, castigos y muchas veces injustas penas. Viven, como reza el título de este artículo, entre la represión y la clandestinidad.

21-IV-06