"Difícil olvidar momentos de la historia radicali como la entrada en un Congreso del Partido Radical en Roma de Domenico Modugno en silla de ruedas empujada por la imponente figura de Marco Pannella mientras las más de 1.000 personas que había en la sala cantaban, en pie, 'volaaaare, oh, oh, cantaaaare, oh, oh, oh, oh...'"
Domenico Modugno (Polignano a Mare, Bari 9 de enero de 1928 - Lampedusa 6 de agosto de 1994) fue un cantante y actor italiano muy famoso y apreciado en la Italia de la segunda posguerra... Se convirtió en uno de los protagonistas de la música ligera internacional cuando, con Nel blu dipinto di blu (más conocida como Volare), triunfó en el Festival de Sanremo de 1958... Se dedicó a la política y fue elegido parlamentario en la lista del Partido Radical Italiano de 1987 a 1992... En 2008, el Ministerio de Comunicación de Italia distribuirá sellos en conmemoración de Volare y Domenico.
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Volare, el original de Domenico Modugno, himno oficioso radicali
Volare, versión Gipsy Kings, himno oficioso de radical.es
Volare, cantado por Luciano Pavarotti, con Henry Mancini
"Penso que un sogno così non ritorni mai più/ mi dipingevo le mani e la faccia di blu/ poi d ´ improviso venivo dal vento rapito/ e incominciavo a volare nel cielo infinito./ Volare, oh oh/ cantare, oh oh oh oh...". El 31 de enero de 1958 (el próximo jueves se cumplen cincuenta años), Domenico Modugno ganaba el Festival della Canzone Italiana, en Sanremo, con la canción Nel blu, dipinto di blu,de Domenico Modugno y Franco Migliacci, interpretada por el propio Modugno...
en aquella noche del 31 de enero de 1958. Dos años antes, a propósito de las canciones que habían quedado finalistas en 1956, Massimo Mila escribía: "Tutte le canzoni (...) sono apparentate da un tratto comune, il desiderio di sembrare una romanza di Puccini", es decir que se movían, se balanceaban en la gran tradición melodramática italiana. Así pues, no es de extrañar que las grandes figuras del canto que aquellos años se prodigaban en Sanremo, Claudio Villa, Nilla Pizzi o Luciano Tajoli, que eran los intérpretes de las canciones seleccionadas, pusiesen reparos a la hora de interpretar Nel blu, dipinto di blu,que era lo más opuesto a una romanza de Puccini. Total, que el organizador del festival, el avvocato Cajafa, le dijo a Modugno que o bien cantaba él su canción (algo inusual en Sanremo) o bien la retiraba del concurso.
Modugno llevaba componiendo y cantando canciones desde los quince años. Canciones con una fuerte raíz popular, escritas en los dialectos de la Puglia y de Sicilia; canciones inspiradas en los tonnaroli sicilianos, los pescadores de atunes, o en los mineros de las minas de azufre. Pero, además, era un excelente actor, formado en el Centro Cinematografico Sperimentale de Roma. Así que, cuando salió aquella noche a interpretar su canción, Modugno era la negación del cantante sanremoniano.Dejando a un lado la gran orquesta del festival, apoyándose tan solo en un piano, un órgano, un contrabajo y una batería, Modugno cantó y, sobre todo, interpretó - como el gran actor que era, como lo era aquí Ovidi Montllor- su canción. Una canción que podría ser una canción de Trenet, el padre de los cantautores franceses (como Modugno lo es de los italianos), en la que un hombre sueña y se pinta las manos y la cara de azul para, arrastrado por el viento, volar en un cielo azul que no es otro que los ojos de la mujer que ama. La voz, fuerte, nasal, gritada y lamentosa de Modugno se iba apropiando de la letra de la canción. Era una voz que había aprendido no sólo de los Platters, sino de los cantos de aquellos tonnaroli sicilianos (los "oh oh" que acunan el "volare" vienen de ahí). El público de Sanremo y con él todos nosotros, los que veíamos la tele o le escuchábamos por la radio, volábamos con él en medio de aquel cielo azul. Como la cosa más natural del mundo. Era una canción hecha a nuestra medida, no una de esas romanzas inalcanzables que bordaban Claudio Villa o Nilla Pizzi. Y buena prueba de ello es que al llegar al final de la canción, contrariamente al uso y al abuso sanremonianos,esta no concluyó apoteósicamente, sino con casi un susurro: "Felice di stare quaggiù", y a continuación aquel "con te" rematando la canción en seco, al tiempo que los brazos de Modugno se dirigían a los ojos - azules- de su esposa, y de todo el público del festival.
Nel blu, dipinto di blu es una canción emblemática para la República Italiana. Es, en cierta medida, el himno del boom económico de los años sesenta, en cuanto es la canción italiana más multimillonaria del pasado siglo, el siglo que vio nacer el disco de 45 rpm, que revolucionó la industria discográfica...
Fue un grandísimo artista, Domenico Modugno, y una bellísima persona. Falleció el 6 de agosto de 1994 en su casa de Lampedusa, frente al mar."
27-I-08, Joan de Sagarra, lavanguardia