Roma, 11 (ansa) - Los dos principales partidos políticos italianos -el Partido Democrático (PD), de centro-izquierda, y el Pueblo de la Libertad (PdL), de centro-derecha- comenzaron hoy sus tratativas con las demás fuerzas políticas en vistas de las elecciones legislativas anticipadas del próximo mes de abril.
El PD, liderado por el alcalde de Roma, Walter Veltroni, registró hoy la negativa de sumarse a sus listas de dos pequeños partidos que participaban en la mayoría del gobierno presidido por Romano Prodi: los radicales y los socialistas.
Emma Bonino, dirigente histórico de los radicales y responsable de las políticas europeas en el ejecutivo de Prodi expresó su insatisfacción ante el planteo político que le ha sido formulado: "Fuimos los aliados más fieles y honestos de Prodi, y ahora de golpe nos veo trasformados en una suerte de lastre laicista", en referencia al veto que Veltroni habría formulado a la presencia en el PD del líder histórico de los radicales, Marco Pannella.
Más dura aún fue la reacción de Enrico Boselli, secretario del Partido Socialista (PS) que, tras un encuentro con Veltroni, dijo que "no es posible ningún acuerdo, puesto que la condición necesaria es la disolución de nuestro partido" y agregó que con su opción de presentar al PD con una lista única en las elecciones de abril, el alcalde de Roma "de hecho da ya por adquirida la derrota contra Silvio Berlusconi", líder del centro-derecha.
Queda aún por definir qué acuerdos establecerá el PD con Italia de los Valores (IdV), el partido del ex fiscal de Manos Limpias, Antonio di Pietro, quien dijo hoy que "la palabra ahora la tiene Veltroni, quien tiene que aclarar non sólo qué parte del programa electoral compartimos, sino qué reconocimiento quiere darle al valor de nuestro sector".
En el campo opuesto, luego de la anunciada fusión de Forza Italia, el partido fundado y liderado por el dos veces ex premier Berlusconi, y la derechista Alianza Nacional de Gianfranco Fini, y la confirmación de su alianza con la Liga Norte, toda la presión política está concentrada sobre la Unión Democrática de Centro (UDC), ex socio menor de la coalición de centro-derecha.
"Son ellos los que tienen que elegir: la gente está cansada de estos jueguitos del 'establishment' político y los mensajes de unidad política que nos han llegado del pueblo en estos dos años han sido más bien claros", indicó Berlusconi en una entrevista a un semanario político, planteando al líder de la UDC, Pier Ferdinando Casini, una clara alternativa.
Y si Casini aún no ha contestado formalmente al líder del recién estrenado del Pdl, el número dos del partido, Lorenzo Cesa, volvió a recordar la línea oficial del partido: "Estamos disponibles para para una alianza programática y vinculante con el centro-derecha, pero en el respeto de nuestra identidad y de nuestra autonomía".
La posición de la UDC, de matriz democristiana, es particularmente importante para Berlusconi y su coalición ante las crecientes especulaciones sobre el nacimiento de una agrupación centrista y católica, que la prensa italiana ha ya bautizado "la cosa blanca", en alusión a "la cosa roja", o sea el nuevo sujeto político que están negociando los partidos a la izquierda del PD.
Mientras tanto, una encuesta sobre las intenciones de voto difundida hoy por la Ipr marketing sigue indicando una ventaja del centro-derecha sobre el centro-izquierda: el Pdl con una alianza externa con la UDC podría llegar a sumar el 41,5%, mientras el PD aliado con Idv lograría el 34%. ACZ
11/02/2008 20:35