El norte de Kosovo vivió ayer su jornada más violenta desde la proclamación de la independencia de Serbia hace un mes, con unos 70 manifestantes serbios y 30 soldados internacionales, entre ellos un sargento de la guardia civil, heridos después de la evacuación forzada de un tribunal de la ONU en la ciudad de Mitrovica.
Como consecuencia de los enfrentamiento, la policía de la administración interina de la ONU en Kosovo (Unmik) se retiró de la zona, y entregó el control a los soldados de la fuerza internacional para Kosovo (KFOR) y la policía kosovar.
Los choques se produjo después de que las fuerzas de la Unmik controlaran ayer el edificio de un tribunal ocupado por cientos de serbios.
Durante el desalojo fueron detenidos 53 serbios, de los cuales una veintena fueron liberados poco después por una muchedumbre que se enfrentó a las fuerzas internacionales en las calles de Mitrovica.
La emisora belgradense B92 asegura que hasta ahora hay unos 30 soldados internacionales heridos, cinco de ellos de gravedad, mientras que los manifestantes serbios heridos superan ya los 70, tres de ellos de gravedad. El sargento de la guardia civil, Miguel Ángel Movina, resultó herido por impactos de esquirlas. Se encuentra en observación en una clínica de Naciones Unidas de Pristina y su estado de salud es bueno.
Una funcionario internacional, que pidió el anonimato, afirmó en Pristina que la Unmik había obtenido el permiso de disparar contra los manifestantes, tras ver que algunos civiles serbios habían disparado con armas de fuego.
El representante especial adjunto de la ONU, Larry Rossin, y el comandante de la KFOR, Gýesis Xavier Bout de Marnhac, celebraron una reunión en la que condenaron la violencia. "La violencia dirigida contra la policía de la Unmik y el personal de la KFOR es una violación flagrante de la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad", indicaron.
El presidente serbio, Boris Tadic, denunció desde Belgrado que las fuerzas internacionales "se excedieron en el empleo de la fuerza" y llamó a la calma para rebajar la tensión.
Tadic lamentó que los incidentes se hayan producido "el día en que el pueblo serbio sufrió uno de los peores pogromos", en referencia a los altercados del 2004, cinco años después de la guerra y de que la OTAN tomara el control de Kosovo. Entonces, una ola de violencia de extremistas albanokosovares contra los serbios de Kosovo causó 19 muertos y unos 900 heridos.
El primer ministro serbio, el nacionalista Vojislav Kostunica, mucho más beligerante contra Occidente por el tema de Kosovo, afirmó ayer en un comunicado que "hemos iniciado las consultas con Rusia para acordar una necesaria respuesta conjunta con el fin de atajar toda forma de violencia contra los serbios".
El responsable de la Política Exteriores de la UE, Javier Solana, condenó los hechos de Mitrovica y aseguró que esos incidentes no van a frenar el comienzo de la misión civil Eulex en Kosovo. La UE tiene previsto enviar a Kosovo más de 2.000 expertos, jueces, funcionarios de aduana y policías para ayudar a las autoridades locales en la construcción de un Estado de Derecho.
18-III-08, agcs, lavanguardia