"Con la morte dell'amico Tommy Lapid, si è spento oggi uno degli ultimi intellettuali e politici laici, liberali e democratici israeliani sopravvissuti alla Shoa. Con la sua storia personale Lapid impersonava quella recente del popolo ebraico che è storia pienamente e drammaticamente europea e mediterranea, di ricerca e speranza sionista - e quindi laica. Una speranza che egli aveva voluto infondere alla politica israeliana con la creazione del partito Shinui che, sull'onda di un movimento di opinione democratica, voleva un futuro per Israele che non fosse ostaggio delle minacce di integralismi e ortodossie religiose esterni e interni, bensì affermazione della laicità dello stato fondata sulla supremazia del diritto. Mai come oggi restano necessarie e urgenti gli obiettivi di Tommy Lapid".
Nel novembre 2006 una delegazione del Partito Radicale, composta da Marco Cappato, Sergio Rovasio e Sharon Nizza, lo incontrò nella sua abitazione di Tel Aviv. Si era appena ritirato dalla vita politica ed espresse la sua felicità nel sapere che un partito come il Shinui si batteva per la laicità dello Stato insieme a un grande leader come Marco Pannella cui era molto affezionato. Si incontrarono l'ultima volta a Gerusalemme al King David Hotel durante una conferenza sul Medio Oriente nell'ottobre 2005.Sui quotidiani israeliani di domani il Partito Radicale farà pubblicare un necrologio in sua memoria.
2-VI-08, notizieradicali
Tommy Lapid y Marco Pannella
Hay una condición que jamás perdió Joseph Lapid: la de la conciencia crítica. Superviviente del holocausto, criticó los excesos en Oriente Medio y buscó afanosamente la paz en la zona, criticando la postura de los ultrarreligiosos de su país. El sábado, este periodista y ex ministro de Justícia de Israel fue derrotado por el cáncer cuando contaba 77 años.
A Lapid se le conocía como Tommy. Nació en 1930 en el territorio de la ex Yugoslavia, de familia húngara. Cuando todavía era un niño, fue deportado junto con los suyos y fue llevado al gueto de Budapest. De todos, sólo sobrevivieron él y su madre, que emigraron a Israel en 1948.
En su nuevo país, Tommy Lapid destacó como periodista, fundamentalmente por su postura abiertamente contraria a los líderes ultraortodoxos y a sus posicionamientos políticos. Esta condición crítica no le abandonaría jamás, y así protagonizó importantes polémicas.
Por ejemplo, la desatada tras el asesinato de Rudolf Kastner en Tel Aviv, a manos de integristas judíos. Kaster había sido un hombre destacado dentro de la comunidad judía en Hungría durante la II Guerra Mundial, y como tal negoció con el nazi Adolf Eichmann la liberación de judíos a cambio de pagar 1.000 dólares por persona. Tras el conflicto, estas relaciones le llevaron a ser juzgado en Israel y fue absuelto. Sin embargo, el 12 de marzo de 1957 fue abatido por los disparos de tres ultras. Lapid escribió entonces un artículo donde defendía la actuación de Kastner durante el conflicto.
Este activismo también le llevó a la política entrando en el Shinui Party en 1999, una formación liberal que en los comicios del 2003 fue una de las sorpresas consiguiendo quince escaños en el Parlamento israelí. Este buen resultado le avaló para ser designado ministro de Justicia en el gabinete de Ariel Sharon, cargo que no le impidió continuar siendo un azote. Así, ante la imagen de una anciana palestina buscando sus pertenencias entre su casa asolada por el ejército israelí criticó que su pueblo, que tanto había sufrido, se comportara así. Joseph Lapid persiguió siempre la consecución de la paz entre los judíos y los palestinos.
En el 2006 dejó la política para retornar al oficio de periodista y fue muy popular como comentarista en varios programas de televisión. También estuvo vinculado al Museo del Holocausto de Jerusalén. Al conocerse la noticia de su muerte, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, le recordó como uno de sus mejores amigos, y hasta los líderes ultraortodoxos reconocieron su aportación a la política del país.
2-VI-08, S. Tarín, lavanguardia
El ex ministro israelí, periodista y símbolo de los supervivientes del Holocausto Iosef Lapid falleció este domingo a los 77 años de edad víctima de un cáncer. Lapid ostentó la cartera de Justicia y fue Viceprimer Ministro en el gobierno de Ariel Sharón surgido de las elecciones de 2003.
Era, con quince diputados, el momento de apogeo de su partido, el Shinui, de orientación liberal y creado para contrarrestar la creciente fuerza del sector religioso judío.
Lapid dimitió en diciembre de 2004 en protesta por la decisión gubernamental de transferir cientos de millones de shekels a los ortodoxos, en lo que los analistas interpretaron como una estratagema de Sharón para formar una nueva coalición con la que hacer aprobar la evacuación de Gaza, que tendría lugar entre agosto y septiembre de 2005.
El Shinui se ha desinflado desde entonces hasta perder todos sus asientos en la Knesset, el Parlamento israelí.
Nacido en Benovitz (Serbia), Lapid dejó la política para presidir el consejo de Iad Vashem, el Museo del Holocausto de Jerusalem, galardonado con el último Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
‘El recuerdo del Holocausto fue una parte básica de la identidad’ de Lapid, indicó el presidente de este centro, Avner Shalev, en un comunicado.
El padre de Lapid murió durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en un campo de concentración nazi, del que él se salvó en el último momento porque su madre le escondió en unos lavabos.
Como periodista, Lapid integró el consejo editorial del diario ‘Maariv’ y fue director financiero de la Autoridad Audiovisual de Israel.
Lapid, quien emigró al Estado de Israel el mismo año de su re-establecimiento en 1948, ‘fue un judío de los pies a la cabeza, que vivió y respiró el destino y el futuro judío a lo largo de su vida’, indicó el Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, durante el consejo de ministros.
‘Ha sido uno de mis mejores amigos durante décadas’, agregó Olmert antes de recordar lo debilitado que lo encontró en el hospital en su último encuentro, el pasado martes.
E incluso los ultraortodoxos, sus eternos rivales políticos que en vida le llegaron a calificar de ‘enemigo’ de su propio pueblo, reconocieron ahora la ‘honestidad’ de un adversario que ‘decía lo que pensaba’.
[Terra - Noti-Israel] 2-VI-08, noti.hebreos.net