9 de julio de 2008, handsoffcain: Prosigue la huelga de hambre de Marco Pannella contra la probable condena a muerte de Tareq Aziz, que según el líder radical podría ejecutarse en el próximo agosto.
La huelga de hambre de Pannella, iniciada la tarde del 6 de julio, ha recibido hasta ahora el apoyo de 215 parlamentarios (italianos) y europarlamentarios, ente ellos Ciampi, Cossiga, Scalfaro, Emilio Colombo, Formigoni, Casini, Verltroni y Cicchitto.
En una conferencia de prensa en el parlamento italiano, los radicales han recordado que Tareq Aziz lleva años custodiado en una base estadounidense en Bagdad, denunciando que su juicio “no tiene ninguna transparencia”.
Y sobre todo está “la necesidad de darse prisa”, que mueve a Pannella a asumir la responsabilidad del combate por el derecho a la vida de Tareq Aziz, denunciando por otra parte la ausencia “de un proceso de justicia, controlable y conocible por la opinión pública”.
“En el Iraq de hoy –ha declarado el líder radical- no hay una garantía del derecho superior a la que había con Saddam”.
Marco Pannella, en una anterior huelga de hambre
“Con la ejecución del ex dictador – continúa Pannella- se han ocultado al mundo y al pueblo iraquí sus responsabilidades concretas”.
Acerca de la iniciativa de que Saddam se hubiese exiliado “hoy tenemos documentación para decir que el exilio del ex dictador no sólo era posible, sino probable, porque él estaba por aceptarlo y “hubiese servido para evitar la guerra en Iraq”.
De documentos “desclasificados por Zapatero”, explica Pannella se desprende que en conversaciones entre el presidente español José María Aznar y George Bush se habla de la posibilidad de exiliar al dictador, y el presidente norteamericano revela que el propio Saddam “querría mil millones de dólares para irse”. De la misma documentación se deduce que Aznar refiere a Bush su voluntad, compartida con Tony Blair, de retrasar el ataque a Iraq “diez días” para evaluar la posibilidad de exiliar a Saddam.
“Tareq es quien tiene la posibilidad de decir la verdad no conocida” sobre las matanzas en Iraq y sobre el fallido exilio de Saddam Hussein antes del ataque norteamericano. “Y es por esto por lo que le quieren eliminar”, ha dicho Pannella.
El abogado Mario Lana, experto en la peripecia jurídica de Aziz, ha declarado en una entrevista transmitida durante la conferencia que “aún no están claros los cargos contra el ex ministro de Exteriores iraquí” y que la única acusación reconocible es la de “haber estado a favor del ahorcamiento de 42 comerciantes de Bagdad”, que en virtud del cargo que entonces ostentaba, Aziz hubiese podido evitar.
Actualmente Aziz, según Lana no estaría asistido por ningún abogado desde que el que lo representaba huyese a Jordania por miedo a represalias contra él y su familia.
“No sólo no se ha emprendido un juicio internacional –concluye el letrado- sino que Aziz será juzgado por un tribunal de la venganza, donde se sientan personas que han perdido a familiares durante la dictadura de Saddam”.