La Asamblea Nacional de Burundi ha aprobado por amplia mayoría una nueva ley penal que abole la pena de muerte, pero introduce el delito de homosexualidad.
Las nuevas medidas, aprobadas en el curso de una sesión que ha durado 14 horas, deben ser votadas ahora por el Senado y promulgadas por el presidente Pierre Nkurunziza, etapas donde no se esperan sorpresas.
“Quiero agradecer a los parlamentarios de Burundi, que, al aprobar la nueva ley penal con 90 votos a favor, ninguno en contra y 10 abstenciones, han alcanzado un resultado histórico”, ha declarado el presidente de la Asamblea Nacional, Pie Ntavyohanyuma.
“Se trata de una ley revolucionaria, ya que abole por primera vez la pena de muerte en Burundi”, ha declarado el diputado y ex ministro de Justicia Didace Kiganahe, explicando que el texto “recoge la legislación internacional relativa al genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra, no considerados hasta ahora como delitos”.
Según la nueva ley, todos los reclusos del corredor de la muerte obtendrán la conmutación de sus penas por la de cadena perpetua.
“Esta votación ha precisado coraje, porque los parlamentarios han votado a favor de la abolición de la pena capital, aun sabiendo que el electorado desearía mantenerla”, añadió.
De otro parecer se mostró la diputada Catherine Mabobori, que declaró, motivando su abstención, que “Por desgracia esta ley representa un paso atrás porque convierte la homosexualidad en un delito penal, mientras que hasta ahora el enfoque ha sido el de tolerancia”.
“¿Cómo podremos luchar contra el SIDA si de ahora en adelante los homosexuales habrán de esconderse?”, se ha preguntado un activista de la Asociación por el Respeto de los Derechos de los Homosexuales (ARDHO).
La abolición de la pena de muerte es una de las condiciones establecidas por las Naciones Unidas para la creación de una Comisión para la Verdad y la Reconciliación y de un tribunal especial.
Burundi busca salir de una guerra civil que desde 1993 ha causado la muerte de al menos 300.000 personas.
Desde 2001 no se registran ejecuciones en el país.
Redactor del texto aprobado, Kiganahe ha dicho que la nueva legislación, compuesta por 620 artículos, incorpora además “medidas para la protección de mujeres y niños de toda forma de violencia, en particular la de índole sexual”.
“También se castiga la tortura, práctica que las leyes de Burundi no habían sancionado hasta ahora”.
La nueva ley prevé para el delito de tortura penas de prisión de 10 años a cadena perpetua, y para la violación de 20 años a cadena perpetua.
25-XI-08, handsoffcain newsletter