47.- Dadá. El cambio radical del siglo XX; Jed Rasula; 22-IV-21

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En el verano de 1917, los jóvenes campesinos europeos no siempre saltaban de las trincheras, a la orden de sus superiores, en dirección a las del "enemigo". La diferencia estaba tan sólo en que si escogías la dirección contraria, quien te multiagujereaba no eran los de delante sino los de detrás ...de Turquía a Flandes, de Rusia a Francia, la Gran Guerra era una escabechina que nadie había querido ni sabido quién o qué la había empezado ...

De las masas de pacifistas, mayormente de izquierdas, que renegaban de la guerra apenas cuatro días antes, quedaban cuatro gatos aterrorizados procurando huir de la Gran Sangría. Pero Europa estaba en guerra. ¿Toda Europa? No, toda Europa, no. En medio del desastre, un montón de montañas que nadie nunca ha querido ocupar ejercían de territorio neutral, Arcadia de traidores de las Naciones contendientes, Discreción para diplomáticos, Compra-Venta de tesoros que habían perdido a su propietario, ...aquel verano del 17, en un cul-de-sac llamado Zuric, cerca de un cabaret, mientras James Joyce vivía Su Tocho, de vuelta de un Trieste que lo perdería todo en manos de la Nación Italia, un grupito de huídos rusos se reunían alrededor de Vladimir Ilich Ulianov, iluminado como pocos que acabaría, gracies a un acuerdo con el Reich, en Rusia liderando, con el nombre artístico de Lenin, una escabechina bis, pero en este caso contra los suyos, aflojando así la presión bélica sobre los alemanes ...

Resultat d'imatges per a Parece que a pesar de la cercanía entre ellos y con el cabaret, nunca coincidieron. La historia de ese verano de 1917 en Zuric la escribe el magnífico Agustí Pons en "Zuric, 1917. Lenin, Joyce, Tzara. Les tres revolucions que van canviar Europa" (LIBERinfo100-90). Pero ésta, la del LIBERinfo100-47, nos dice de aquel cabaret, el Cabaret Voltaire, que funda Hugo Ball convocando "a los jóvenes artistas de Zuric" y acaba avanguardando Berlín, París, Nueva York, ...con embajadores como George Grosz, Tristan Tzara, Marcel Duchamp, Francis Picabia, ...

Avanguardando o, y, saboteando una de las más vergonzosas, patéticas, pedantes, grotescas y ridículas 'páginas de la historia' humana: el Arte. Los artistas. La sociopsicologia del creador. De la Creación. Del absurdo afirmar la muy romántica escisión entre Creador y Creación, pero situándose, y he ahí la novedad, del lado creador.

No hacía demasiado que te encendían, en vivo, en la plaza del pueblo, por mucho menos. Pero, en un momento en el que, en el frente bélico, escrupulosos investigadores hacían experimentos masivos de gasificación con los que llevaban un uniforme diferente, meterse con la creación artística no estaba en el top ten de cosas-que-impresionan.

Pero dadá es lo contrario de sí mismo. Y cuando dadá, consciente y pretendidamente, proclamaba pública y ostentóreamente que "... no transigimos con el gusto del público ..." (p. 179) estaba haciendo sabotaje activo a la semiótica del arte, y a través de él, de cualquier situación vital.
"... hemos de tomar conciencia de que nuestra manera habitual de vivir con sus impresiones adormecidas y faltas de vida, nos encasilla en clichés de realidad creados por el hábito y la ausencia de reflexión ..." (p. 108). Medio siglo después, se utilizarían etiquetas como 'sociedad del espectáculo' ...

NB: dadá es dadá, que no gratuito, pero ¿alguien sabe de donde sale esta -única- mención a la españolitud?: "... las fechas sólo interesan a los imbéciles y a los profesores españoles ..." (p.262)

Dadaísmo: historia, autores, ejemplos y característicasDadá

El cambio radical del siglo XX

«Se invita a los jóvenes artistas de Zúrich para que acudan con sus propuestas y aportaciones sin que importe su orientación particular.» Así decía el llamamiento que Hugo Ball publicó en un periódico de Zúrich el 2 de febrero de 1916 cuando decidió fundar el mítico Cabaret Voltaire, la cuna del dadaísmo. Y lo hizo sin saber quiénes acudirían ni qué llevarían. Tres días más tarde, el Voltaire abrió sus puertas sin ninguna planificación previa.

«Mítico» es un adjetivo que suele asociarse, con frecuencia, al dadaísmo y a algunos de sus geniales representantes: Tristan Tzara, primero en Zúrich y luego en París, junto a André Breton, futuro padre del surrealismo; George Grosz en Berlín, donde también destacaron artistas como Raoul Hausmann y Hannah Höch, pioneros del collage y del fotomontaje, y Richard Huelsenbeck, autor del insustituible Almanaque dadá; la pareja Duchamp-Picabia con su dadaísmo neoyorquino… Pero, como oportunamente se pregunta el autor de este libro, ¿qué hubo de verdad y qué de mito en el origen y la evolución del dadaísmo?

En cualquier caso, esta amena y documentada biografía colectiva, en la senda de los trabajos de historia narrativa de Barbara Tuchman y Peter Gay, retrata las figuras y los momentos más brillantes de un movimiento que transformó radicalmente el arte del siglo XX y cuyas ramificaciones llegan hasta nuestros días. Una revolución antiacadémica y provocadora que, partiendo de la idea de destrucción, logró construir obras artísticas y literarias de una frescura y una vitalidad que aún no se han apagado. Sin dadá, nos dice Jed Rasula, hoy no tendríamos collages musicales, ni fotomontajes, ni happenings… Y ni siquiera habrían existido el surrealismo, el pop art y el punk. «Sin dadá, la vida moderna tal como la conocemos difícilmente podría calificarse de moderna.»

«Dijo una vez Hans Arp, hablando de dadá, que “sólo a los imbéciles y los profesores de español les importan las fechas”. A Jed Rasula le importan, pero, a diferencia de muchos otros, lleva dadá grabado en la piel; de ahí que escriba y piense desde dentro de esa encarnación del arte moderno y que pueda seguir sus huellas en todas partes» (Greil Marcus).

«Excelente y exhaustivo. Rasula detalla los pensamientos, las preocupaciones, las pasiones y las aventuras sexuales de unos artistas con una personalidad fuera de lo común» (Nicole Lee, The Washington Post).

«Una historia fascinante de diversos lugares: desde los cabarets de Suiza a los cafés de París, las ferias de arte de Berlín y las galerías de Nueva York. Un estudio riguroso pero accesible que resume la historia de un movimiento cuya irreverencia e inventiva siguen ejerciendo influencia» (Publishers Weekly).

«Un viaje estimulante. Una investigación bien documentada que muestra el alcance de dadá y su influencia en el mundo del arte» (Kirkus Reviews).

Jed Rasula es doctor por la Universidad de California-Santa Cruz y jefe del departamento de Lengua y Literatura Inglesas de la Universidad de Georgia. Especializado en cultura del siglo XX, es antólogo y autor de diversos estudios sobre poesía contemporánea y ha ejercido como asesor de la Library of America. Ha publicado los poemarios Tabula Rasula (1986) y Hot Wax, or Psyche’s Drip (2007).