geopolíticas andaluzas

En el centro está la Exaltación. En el centro exacto de la Sevilla antigua, allí donde se cruzaban el Cardo y el Decumano, las dos vías principales de la ciudad romana, de norte a sur y de este a oeste, se halla Santa Catalina, iglesia mozárabe erigida sobre una mezquita, sede de la hermandad del Santísimo Cristo de la Exaltación.

Hay más de sesenta cofradías y hermandades en toda Sevilla, con una influencia social extraordinaria, que no cesa de crecer. Más de doscientas mil personas están directamente implicadas en las celebraciones de Semana Santa sevillana. Muchas miles más participan de una manera u otra en las actividades de esa poderosa red. Con el paso del tiempo, el canon sevillano de Semana Santa se ha ido extendiendo por toda Andalucía, moldeando hermandades, pasos y procesiones, aunque la emergente Málaga, siempre distante de Sevilla, mantiene sus propios acentos estéticos. Ambas ciudades compiten también en la liga de los capirotes.

La expansión de cofradías y hermandades fue promocionada por el PSOE durante sus casi cuarenta años de hegemonía política en Andalucía, y va a recibir ahora la máxima ayuda de la alianza de las tres derechas. El nuevo hombre fuerte de la Junta de Andalucía, el consejero de la Presidencia Elías Bendodo, anunció poco antes de comenzar Semana Santa que los próximos presupuestos regionales tendrán una partida de 500.000 euros, ampliable en los próximos años, destinada a la restauración de las imágenes y de otros bienes muebles de hermandades y cofradías. La extensión de este nuevo manto protector es uno de los puntos sensibles del pacto entre el Partido Popular y Vox para el cambio de mayoría política en Andalucía.

(Hay que seguir con atención a Elías Bendodo, pieza clave del nuevo organigrama andaluz, originario políticamente del Partido Popular malagueño, nacido en el seno de una familia judía sefardita).

Un cofrade de la Semana Santa andaluza fotografía a un grupo de personas en una de las calles del centro de Sevilla Un cofrade de la Semana Santa andaluza fotografía a un grupo de personas en una de las calles del centro de Sevilla

No podía faltar este año una señal sobre el cambio de tiempo político. Una escena. La escena del balcón cerca de la capilla de Nuestra Señora de la Caridad, imagen que la hermandad sevillana del Baratillo ha querido sacar en procesión adornada con un fajín de Franco, donado por la hija del dictador. Ha habido revuelo en la ciudad y un grupo de abogados de izquierda ha llevado el asunto al juzgado. Dispuesto a demostrar a los antiguos votantes del PP ahora magnetizados por Vox que no se le puede acusar de ser el jefe espiritual de una “derechita cobarde”, Aznar se plantó el miércoles en Sevilla para bendecir con su presencia en el balcón de la Caridad el fajín del Baratillo.

Aznar y los balcones de Semana Santa, una vieja historia: uno de sus primeros gestos después de ganar las elecciones generales de 1996 consistió en exhibirse un Viernes Santo en un balcón de la localidad madrileña de Carabaña junto con Rodrigo Rato, su mano derecha para la economía, y el periodista Pedro J. Ramírez, azote de Felipe González.

El poder de las hermandades católicas no cesa de crecer en Andalucía. Robert Kaplan, el ensayista norteamericano que hace unos años reivindicó la venganza de la geografía, disfrutaría escribiendo sobre geopolítico desde Sevilla.

Mapas, mapas, mapas. Abajo, en la ribera sur del Mediterráneo, la guerra civil en Libia, Bengasi contra Trípoli con fuertes injerencias internacionales; la fragilidad de Túnez, el hermético interrogante de Argelia después de la caída de Abdelaziz Bouteflika, y las silenciosas combustiones internas en la sociedad marroquí. Arriba, en la ribera norte, la dislocación populista italiana, excitada ahora por la proximidad de las elecciones europeas y por los combates en Libia, que pueden provocar nuevas oleadas de refugiados. España, a la espera de unas elecciones decisivas.

Un joven magrebí acaba de ser detenido, sospechoso de estar ideando un atentado suicida contra las procesiones de la Semana Santa sevillana. Zouhair el Bouhdidi, de 23 años, estaba estudiando filología árabe en la Universidad de Sevilla. Ha sido arrestado en Marruecos, su país de origen, donde habría viajado par despedirse de sus parientes. (Sus padres residen en Sevilla desde hace nueve años). Operación conjunta con la policía de Rabat, con información facilitada por la policía española.

No se puede valorar el peso de Andalucía en el actual momento español sin estos datos.

, Madrid, 19/04/2019 - lavanguardia