el éxito de la mobilización civil liberal acabará con las libertades en Hong Kong
El ejército chino rompe su silencio. Por primera vez tras ocho semanas consecutivas de protestas en Hong Kong, el comandante de la guarnición del Ejército Popular de Liberación, Chen Daoxiang, advirtió ayer que los militares están preparados para “proteger la soberanía nacional” en la ciudad autónoma.
Sus advertencias vinieron acompañadas de la publicación de un vídeo en el que, con la excusa de celebrar el 92.º aniversario de su creación, las fuerzas del EPL realizan ejercicios “antidisturbios” con armas de fuego, tanques ligeros, helicópteros y hasta lanzamisiles.
Un mensaje poco o nada velado para los manifestantes, que mantienen su pulso con Pekín. Hoy salen a la calle los funcionarios públicos y durante el fin de semana seguirán las protestas. Para el lunes, se espera que la ciudad se detenga por la convocatoria de una huelga general.
“Todas las consecuencias son a tu cuenta y riesgo”, grita un soldado en cantonés –el principal dialecto chino hablado en Hong Kong– durante el vídeo, de tres minutos, que acaba con imágenes de varios manifestantes maniatados y detenidos. No hace falta leer entre líneas ni echar demasiado la vista atrás para recordar que no es descabellado temer una intervención militar. En junio, la ciudad fue el único lugar del país en el que se pudo recordar a las víctimas de la masacre de Tiananmen en el 30 aniversario del trágico final de las protestas estudiantiles de la primavera de 1989.
“Recientemente se han producido una serie de incidentes extremadamente violentos en Hong Kong”, dijo Daoxiang durante una recepción a la que asistió la contestada jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam. “Esto ha dañado la prosperidad y la estabilidad de la ciudad y ha desafiado el Estado de derecho y el orden social. Los incidentes han amenazado seriamente la vida y la seguridad de los ciudadanos de Hong Kong y han violado el principio de un país, dos sistemas”, aseguró.
La ex colonia británica vive inmersa en su mayor crisis política desde 1997, año en el que volvió a estar bajo soberanía china. Y, de momento, no hay señales de que esté cerca de resolverse. Durante las protestas de esta semana, la policía arrestó a 44 personas acusadas de disturbios en la marcha del pasado domingo, un delito que conlleva una pena máxima de hasta 10 años de prisión.
Bajo el principio de un país, dos sistemas, la ciudad ha gozado de cierta autonomía y libertades democráticas que no existen en el continente. Sin embargo, en los últimos años, los habitantes de Hong Kong han venido protestando por lo que consideran que son intentos de Pekín por recortar sus libertades. A finales de mayo, un proyecto de ley de extradición que permitía juzgar a ciudadanos de Hong Kong en la China continental fue el detonante de la oleada de manifestaciones. El proyecto quedó en vía muerta debido al amplio rechazo popular, pero las marchas no han hecho más que crecer, así como la ambición de sus demandas, que van desde la renuncia de Lam a un “Hong Kong libre”. Incluso hay quien pide la independencia.
A medida que el movimiento ha crecido, tanto los manifestantes como la policía han recurrido en ocasiones a la violencia. En las últimas semanas, se han sucedido las cargas policiales y las escenas de violencia, en las que ha aparecido un nuevo actor: hombres enmascarados y armados con palos y barras de hierro que han atacado a los manifestantes. Se cree que podrían ser miembros de mafias locales.
Preguntados sobre si el ejército intervendrá en la ciudad autónoma, funcionarios chinos han señalado un artículo en la Ley de Guarnición de Hong Kong que establece que las tropas ya estacionadas en la ciudad semiautónoma pueden desplegarse a petición del gobierno local. El artículo 14 de la miniconstitución de Hong Kong dice que las tropas del Ejército Popular “no interferirán” en los asuntos locales, pero que el gobierno hongkonés puede pedir su ayuda “para el mantenimiento del orden público” o en caso de desastre.
Pese a la escalada verbal, diplomáticos y analistas expertos en seguridad dudan del apetito real de Pekín por utilizar la carta militar para mitigar la crisis. Se habla más bien de “guerra psicológica”. En julio, según Reuters, el propio Chen aseguró a miembros del Pentágono que sus tropas no interferirían en el asunto.
El máximo militar del ejército en Hong Kong advierte que están listos para “proteger la soberanía nacional”
Mientras se suceden las especulaciones sobre hasta dónde está dispuesto a llegar Pekín para aplacar las protestas en una de las capitales económicas del planeta, crece el apoyo a los manifestantes desde todos los sectores de la sociedad hongkonesa. El jueves fue el turno de los trabajadores del sector de las finanzas que, bajo una fuerte lluvia, se concentraron durante media hora en un parque del distrito financiero para protagonizar una flash mob en la que corearon eslóganes como “Policías malos, vergonzoso” o “No alborotadores, solo tiranía”. Entre los participantes en la iniciativa había empleados de compañías internacionales como los bancos de inversión HSBC o Goldman Sachs.
02/08/2019 - lavanguardia