los sicarios de los EAU toman Adén (ruta alternativa a Ormuz)
A la guerra civil de Yemen se le ha abierto un nuevo frente, tras la toma de Adén por una milicia separatista. Cinturón de Seguridad, una de las facciones armadas y entrenadas por Emiratos Árabes Unidos (EAU) dentro del denominado Consejo Sureño de Transición, controla desde el sábado la estratégica ciudad portuaria, que ejerce de capital lealista desde que los hutíes se apoderaron de Saná en el 2014.
Desde el miércoles se habrían producido más de cuarenta muertos en enfrentamientos entre las fuerzas leales a Arabia Saudí y las milicias sureñas hasta ahora aliadas con las primeras en la lucha contra los hutíes. Sin embargo, la toma del palacio presidencial –vacante, puesto que el presidente Abed Rabo Mansur Hadi vive en Riad– se produjo el sábado sin combates, al permitir los milicianos separatistas la evacuación de unos 300 soldados lealistas.
Estas milicias, que se dicen partidarias de un referéndum de independencia para el antiguo Yemen del Sur, también se apoderaron del Ministerio del Interior y de todas las bases militares. Hadi, desde Arabia Saudí, ha calificado de “golpe” lo sucedido, que ya tuvo un prólogo en enero del año pasado.
El ministro del Interior yemení, en su huida, tuvo tiempo para un tuit: “Reconocemos la derrota y felicitamos a Emiratos por su victoria. Pero no será la última batalla”.
Aunque ayer entró en vigor un alto el fuego, después de que Arabia Saudí mandara un aviso con bomba desde el cielo, un portavoz del Consejo Sureño de Transición niega que este haya ido acompañado de ninguna retirada de sus posiciones.
Hace poco más de un mes, Emiratos anunció la evacuación de sus tropas de Yemen, con la coartada del aumento de la tensión en el golfo Pérsico. Dicha retirada habría facilitado el golpe de efecto de sus pupilos en varias milicias separatistas. Cabe recordar que el Yemen del Sur desapareció hace casi treinta años al
fusionarse con el Yemen del Norte, que es ahora el feudo de los hutíes.
Las guerrillas hutíes se nutren de tribus que abrazaron la rama chií del islam siglos antes de que lo hiciera Persia. La guerra de Yemen, que cumple cuatro años y medio, acostumbra a presentarse en clave sectaria, pero los últimos acontecimientos en Adén, o la toma de la estratégica isla de Socotra, también por Emiratos, denota que hay mucho más en juego.
Amnistía Internacional ya denunció hace unos meses que Emiratos suministra armamento sofisticado de procedencia estadounidense o británica a estas milicias. Denuncias como esta llevaron en su día a que Noruega, Finlandia o Dinamarca suspendieran la venta de armas a EAU.
“La pequeña Esparta”, como empieza a llamársele, se ha dotado de un ejército sobredimensionado que interviene en Yemen, Libia, el Sinaí o Somalia. Allí su apuesta está en las secesionistas Puntland y Somaliland, donde levanta sus propias bases navales.
Emiratos juega fuerte para abrir varias bases en el golfo de Adény sortear el corsé del estrecho de Ormuz
Su príncipe heredero, Mohamed bin Zayed, fue clave a la hora de reprimir las primaveras árabes y en azuzar la guerra civil en Siria y luego en Yemen. La cofradía de los Hermanos Musulmanes e Irán son sus bestias negras. “El mundo árabe no está preparado para la democracia”, repite a menudo. Si Yemen del Sur resucita, esta vez no saldrá marxista.
11/08/2019 - lavanguardia