Taiwan es chino pero no China

Resultat d'imatges de taiwan hong kong china mapPésimas noticias para China desde el otro lado del estrecho de Formosa. Cumpliendo de calle con las expectativas, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, seguirá en el cargo otros cuatro años tras lograr una contundente victoria en las elecciones celebradas ayer en la isla. Con su triunfo, los taiwaneses volvieron a dejar claro su rechazo hacia Pekín y sus planes de integración y su firme apuesta por preservar su soberanía.

Conscientes de que es su hecho diferencial con China, pocos lugares en el mundo miman tanto a su joven sistema democrático como Taiwán, que ayer volvió a votar en masa. El recuento final se saldó con 8,1 millones de votos favorables a la líder del Partido Democrático Progresista, un 57%. La cifra es muy superior a los 5,5 millones de papeletas para el número uno del Kuomintang y rival inmediato, Han Kuo Yu, y a años luz de las apenas 600.000 del tercero en liza, James Soong. Un triunfo inapelable para una mujer que hace poco más de un año se encontraba prácticamente desahuciada del cargo tras tres años de nefasta gestión económica y una humillante derrota en los comicios municipales.

Las protestas de Hong Kong han sido un espejo para los taiwaneses de lo que podría suponer la reunificación con China  

La épica de su remontada no alberga secretos. Por un lado, un Pekín cada vez más impaciente y asertivo que proclama la reunificación bajo su égida como inevitable, sin excluir el uso de la fuerza, y hace todo lo posible por sembrar cizaña entre la población y aislar a Taiwán a nivel internacional. Por otro, está el efecto de las protestas de Hong Kong, el espejo en el que se miran los taiwaneses para ver lo que podría suponer una vuelta a la madre patria bajo el principio de “un país dos sistemas” o fórmula similar y cuyo reflejo les horroriza.

Frente al autoritarismo e injerencias de Xi Jinping y los suyos, Tsai ha sabido erigirse como garante inquebrantable de los derechos y libertades de la isla, un discurso que ha calado sobre todo en las generaciones más jóvenes, nacidas en plena democracia y sin apego a la tierra de la que huyeron sus abuelos tras perder la guerra con los comunistas en 1949.

Durante su discurso de victoria, Tsai insistió en las líneas maestras que la han llevado al triunfo. “Con cada elección presidencial, Taiwán demuestra al mundo cuánto apreciamos nuestra forma de vida democrática. Debemos trabajar para mantener a nuestro país seguro y defender nuestra soberanía”, proclamó ante una masa entregada a su causa. “También espero que en Pekín entiendan que no aceptaremos amenazas e intimidaciones”.

La reelección suma un nuevo quebradero de cabeza para el presidente Xi, quien ya ha dicho que la cuestión taiwanesa no puede alargarse mucho más, con el año 2049 –en el que se cumplen cien años del triunfo comunista en la guerra civil– como fecha tope. Pese al revés, los analistas creen que seguirá empleando la táctica del palo y la zanahoria: arrebatar aliados diplomáticos, reducir el turismo o ejecutar maniobras militares en las proximidades de la isla,mientras ofrecen incentivos con los que hacer aún más interdependientes a sus economías. Todo ello bajo la atenta mirada de EE.UU., que puede estar tentado de usar su cercanía con Taipéi para contener, o al menos molestar, a China.

, Hong Kong. Corresponsal

12/01/2020 - lavanguardia