Francia, única potencia militar nuclear ...¿europea?

Macron urges EU nuclear defence strategy — with France at centre

"Nuclear force is our final recourse, the cornerstone of our security, the guarantor of our vital interests," French president declared....   Read more

Resultat d'imatges per a La Fuerza Oceánica Estratégica (FOS) francesa, con base en Brest, está compuesta por cuatro submarinos capaces de disparar misiles nucleares intercontinentales. Una de las naves siempre está navegando, en un lugar secreto del Globo. Su posición la conoce un número muy restringido de personas. Ni siquiera el presidente de la República, que daría la orden de disparar un misil llegado el caso, sabe dónde se halla el submarino. En casi medio siglo se han efectuado ya más de 500 de estas patrullas por los mares del mundo. Las otras componentes del arsenal nuclear son las Fuerzas Aéreas Estratégicas (FAS) y la Fuerza Aeronaval Nuclear (FANU), que mantienen siempre una parte de sus efectivos en alerta. Ambas están compuestas por aviones Rafale que pueden transportar misiles atómicos de medio alcance. Los aviones realizan periódicos entrenamientos y simulación de ataques, con vuelos de varios miles de kilómetros –a veces desde la isla francesa de la Reunión, en el Índico– para mantenerse preparados en caso de guerra.

08/02/2020 - lavanguardia

Francia no renuncia a su ambición geopolítica de potencia autónoma y con proyección global. Por eso, fiel a una tradición ininterrumpida desde la época del general De Gaulle, Emmanuel Macron reiteró ayer la necesidad y plena vigencia de la disuasión nuclear francesa, compuesta por menos de 300 cabezas atómicas pero capaz de infligir “daños inaceptables” al país que osara poner en peligro la libertad o los intereses vitales de Francia.

El titular del Elíseo pronunció un extenso discurso en la Escuela de la Guerra, en París, en el que también elevó la presión a los aliados europeos para desarrollar una defensa común que pueda preservar su soberanía y “libertad de acción”. Ese esfuerzo europeo debe ser compatible, según Macron, con el mantenimiento de la alianza transatlántica y con “una reconstrucción progresiva de la relación con Rusia”.

El Elíseo admite el problema ético de las armas atómicas pero alerta del riesgo de la renuncia unilateral

“Ni los hombres ni los estados han dicho adiós a las armas”, advirtió el jefe de Estado francés, y recordó “la multiplicación de las zonas de fricción entre las potencias”. Esas circunstancias exigen no descuidar la defensa, aunque París siga apostando por la paz y el multilateralismo. “Francia es una potencia de equilibrio, al servicio de la paz y de la estabilidad”, subrayó Macron, sin olvidar que “paga un precio en sangre” –en su actual despliegue en el Sahel para combatir el yihadismo– y es, por tanto, “un actor militar creíble”.

Para los próximos años, Macron prometió “un esfuerzo presupuestario inédito en la defensa” y avisó que perderán el tiempo quienes cuestionen esta estrategia porque es una de sus prioridades a largo plazo.

Las fuerzas de disuasión nuclear -compuesta por misiles de alcance intermedio que pueden ser disparados desde aviones Rafale y por submarinos dotados de misiles de largo alcance– continúa siendo “la clave de bóveda” de la seguridad francesa. El propósito es “mantener su credibilidad operacional”.

El arsenal nuclear absorbe el 12% del presupuesto de defensa francés. Cuesta unos 70 euros al año a cada ciudadano. Aunque las armas francesas son muy pocas comparadas al arsenal de Estados Unidos y Rusia, sí son suficientes para que Francia se haga respectar. Como recordó Macron estas armas podrían causar “daños inaceptables” al centro de poder político, militar y económico de un eventual agresor.

El presidente francés no esquivó el debate ético sobre las armas nucleares y citó al papa Francisco, que las ha condenado en repetidas ocasiones. Macron dijo respetar las objeciones morales, que Francia también comparte, si bien insistió en que sería irresponsable, para las democracias, ir hacia un desarme unilateral. El abandono de las armas atómicas debe ser un proceso universal, progresivo, creíble y verificable. “No tenemos otra opción que confrontarnos a la imperfección del mundo”, argumentó Macron. El presidente presumió de que Francia ha sido “ejemplar” y presenta un “balance único en el mundo”, pues ya desmanteló hace años su arsenal basado en tierra (los misiles estratégicos desplegados en la meseta de Albión) y suprimió los ensayos nucleares reales que efectuaba en sus remotos atolones en la Polinesia.

En su llamamiento a Europa, Macron subrayó que no puede contentarse con el papel de espectadora, que debe “asumir sus responsabilidades” y necesita “una mayor capacidad autónoma”. El esfuerzo no ha de limitarse al aspecto militar sino a la preservación de las infraestructuras vitales, ahora amenazadas por potencias como Rusia o China,
como las energéticas, marítimas (puertos) y redes digitales.

E. Val, 08/02/2020 - lavanguardia