León reclama autonomía contra su marginación

  • La demanda de una autonomía propia tiñó la masiva movilización de ayer por el declive económico

Pepe Álvarez mentó ayer la bicha en la leonesa plaza San Marcelo. El secretario general de la UGT intervenía en el acto central con el que culminó un domingo de movilizaciones en varios puntos de la provincia en demanda de la reindustrialización y en las que participaron 48.000 personas según la subdelegación del Gobierno. A modo de saludo, Álvarez le dio las gracias a sus compañeros de UGT de Castilla y León, lo que propició una sacudida de malestar en el público, en especial entre el más alejado del escenario, en cuyo alrededor abundaban las banderas sindicales. A partir de ahí el discurso del líder ugetista y de su homólogo de CC.OO., Unai Sordo, fue interrumpido con abucheos, pitos y gritos de “autonomía, País Leonés” y de “León sin Castilla es una maravilla”. Y es que esta provincia clamó ayer en la calle contra su marginación económica y política, y también con la demanda de la creación de la décimo octava comunidad autónoma como aspiración de fondo.

Unos globos con el simbólico número 18 pendían de una enorme pancarta en pro de la autonomía para la región leonesa que entró en la plaza San Marcelo cuando ya habían acabado los discursos de los líderes sindicales, y la gente coreaba la canción Todos somos de León , cuyo estribillo dice que “paso la vida llorando y suspirando, León, por ti”. Esa letra tuvo una presencia recurrente en la muy transversal marcha de ayer, desde el Parador a la sede institucional del Ayuntamiento.

El líder de UGT, Pepe Álvarez, desató las iras de parte del público al referirse a Castilla y León en su discurso

Allí, el 27 de diciembre el pleno municipal aprobó con los votos de PSOE, Podemos y de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) una moción en demanda de la creación de una autonomía propia para León, Salamanca y Zamora que también salió adelante en varios pequeños ayuntamientos.

J.Casares / EFE J.Casares / EFE (EFE)

Es el Lexit , como fue bautizada la iniciativa justo cuando se acababan de celebrar las elecciones en el Reino Unido que supusieron la ratificación del Brexit. El diminutivo del intento de secesión autonómica leonesa estaba ayer presente en alguna bandera y pancarta y en unas letras formando el irónico neologismo que portaban unos manifestantes.

Todo estaba dominado por un color, el púrpura de la bandera leonesa que constituía el leitmotiv de la protesta. Una protesta que expresaba la desazón por el retroceso económico y demográfico de la provincia, y del conjunto del antiguo reino de León, durante los últimos cuarenta años. Esa etapa coincide con el periodo democrático y, en su mayoría, con los de la existencia de Castilla y León. El rechazo a la integración en esta comunidad, en la que en vez de ser dual el poder gravita alrededor de la capital de facto sita en Valladolid, no resulta ninguna novedad. Pero ha rebrotado en tiempos de malestar porque el tren de la salida de la crisis no llega a la España vacía, mientras cunde el ejemplo del éxito de Teruel Existe.

León conforma junto a Ourense, Zamora y Asturias “la nueva Siberia, la periferia de la periferia”, según proclamó en San Marcelo el líder provincial de CC.OO., Xosepe Vega. En su intervención y en la de su homólogo de UGT, Enrique Reguero, abundaron las referencias a los más de 60.000 habitantes que la provincia perdió desde 1983 y que propiciaron que Valladolid la sobrepasase.

El declive, vinculado a la crisis minera y al del noroeste ibérico, conecta la reivindicación sindical de una agencia de reindustrialización para León –el motivo de la manifestación de ayer– con la demanda regionalista que expresaban muchos manifestantes. Sin embargo, la referencia de Pepe Álvarez a Castilla y León abrió una brecha entre las dos reivindicaciones que surgen de un mismo problema. Cuando hablaban los líderes de UGT y CC.OO. de León se percibía simpatía, pero cuando lo hicieron los de Madrid, enojo.

En la manifestación había cargos del PP y Ciudadanos, que se oponen al Lexit y apoyan las demandas económicas. Pero da la impresión de que la capitalizó sobre todo el alcalde leonés, el socialista José Antonio Díez, que, pese al rechazo de una parte de su partido, se ha puesto al frente de la petición de una autonomía propia.

, Lleó, 17/02/2020 - lavanguardia