"¿Quién pagará la factura de la crisis de la covid-19?", Hernan Terrazzino

¿Quién pagará la factura de la crisis de la Covid-19 en Australia?

La emisión de bonos por parte del Banco Central Australiano significa curiosamente que, cuando acabe la pandemia, el Gobierno va a estar endeudado consigo mismo

Sydney (Australia), 11/04/2020, lavanguardia 

El gobierno federal australiano ha debido implementar medidas de aislamiento de la población, cerrando por varias semanas servicios no esenciales, como bares, gimnasios, cines y templos, para intentar aplanar la curva de infectados de la Covid-19.

Hasta ahora estas medidas están dado resultado positivo, la curva de infectados está aplanándose. Al momento de escribir este artículo había 6.152 infectados en Australia, con unos 100 casos nuevos detectados cada día. Han muerto al menos 52 australianos desde el comienzo de la pandemia.

El gobierno ha cometido muchos errores con los controles en la llegada de cruceros y aviones a Australia, permitiendo la entrada de muchos infectados al país sin realizar una cuarentena estricta, pero las últimas medidas de aislamiento dieron resultado y la transmisión comunitaria está siendo controlada.

Como consecuencia de estas medidas de aislamiento, la economía Australiana ha sufrido graves daños, mucha gente ha quedado sin trabajo y muchos empresarios se encuentran con problemas económicos.

Para ayudar a la economía, el gobierno ha anunciado un paquete económico de ayuda a los afectados de 130 mil millones de dólares australianos, con lo que unos 6 millones de trabajadores recibirán 750 dólares australianos por semana mientras dure la crisis.

El actual gobierno conservador australiano es un defensor del superávit de las cuentas del Estado, incluso en las elecciones del año pasado consiguió convencer a los votantes australianos que el partido opositor (Laborista) provocaría un déficit en las cuentas del Estado debido a sus propuestas (energías renovables, transporte eléctrico, etc.).

Sin embargo, ahora el gobierno conservador abraza sin problemas la idea del déficit. Lo que significa que el invertir en energía y transporte limpio nunca fue un problema de presupuesto, sino simplemente de voluntad política y valores.

La pregunta es, ¿de dónde sale mágicamente tanto dinero? Ese dinero es dinero prestado, deuda”

Generalmente inversores y bancos prestan dinero al gobierno, y el gobierno promete devolver ese dinero en el futuro con intereses. Estos acuerdos son llamados bonos.

Desde el mes pasado, el gran comprador de bonos australianos es, curiosamente, el Banco Central Australiano (Reserve Bank of Australia, RBA). ¿Y de dónde saca el RBA el dinero para comprar bonos? Simplemente, lo crea.

Ni siquiera tiene que imprimir dinero, ya que la mayor parte de la base monetaria de los países actualmente no es papel, es electrónico. Literalmente el RBA crea dinero tecleando unos comandos en un ordenador.

El RBA, obviamente, no puede excederse en la creación de dinero, ya que esta estrategia suele provocar inflación.

Si se excede en la creación de dinero, el valor de cada dólar australiano disminuye, ya que cuanto más abundante es un bien, menos valor tiene.

Lo más curioso es que el RBA es parte del gobierno australiano, así que al final de esta crisis, el gobierno de Australia va a estar endeudado consigo mismo”

El gobierno conservador australiano ya ha anunciado que esta deuda tiene que ser pagada, lo que significa recortes en salud, educación, transporte y aumento de impuestos.

Incluso seguramente relajará restricciones a la contaminación ambiental con la excusa de que las empresas necesitan todo el apoyo para recuperarse.

Pero, realmente, si la deuda del gobierno australiano es consigo mismo, ¿deberían pagar los ciudadanos por esa deuda?

Según la Teoría Monetaria Moderna, de la cual el economista australiano Bill Mitchel es uno de los fundadores, el gobierno soberano no está financieramente limitado en su capacidad de gastar”

Esta teoría afirma que el gobierno puede darse el lujo de comprar cualquier cosa que esté a la venta en la moneda que emita (puede haber restricciones políticas, como una ley de techo de deuda).

La única limitación es que el gasto excesivo de cualquier sector de la economía (hogares, empresas o público) tiene el potencial de provocar presiones inflacionistas.

Control por la Covid-19 en la frontera de Queensland New South Wales. Control por la Covid-19 en la frontera de Queensland New South Wales. (DAVE HUNT / EFE)

En otras palabras, si el Estado incurre en déficits, y estos déficits aumentan la riqueza de la población sin provocar inflación, entonces no hay razón para eliminar ese déficit en el futuro.

La economía no es una ciencia exacta, por lo que esta teoría tiene defensores y críticos.

Los críticos afirman que esta teoría utiliza un “análisis simplista” y que subestima el riesgo de aplicación de estas políticas, entre otras observaciones.

De todas formas, estará en la respuesta del pueblo australiano aceptar nuevamente que el gobierno conservador continúe eliminando beneficios en salud, educación y transporte o revelarse para elegir nuevos líderes con otros valores.