es imperativo exigir toda responsabilidad en los geriátricos

Familias afectadas por el drama de los geriátricos: "Queremos que paguen los culpables"

Maria Macià
Foto: Efe
Barcelona. Lunes, 27 de abril de 2020, elnacional.cat

residencia geriatric coronavirus open arms barcelona - efe

En la residencia Ca n'Amell de Premià de Mar vivían unos 200 ancianos a mediados de marzo. Tan sólo un mes después, al menos 48 de ellos, una cuarta parte, han muerto por coronavirus. Todo apunta a que la negligencia y la mala gestión de la dirección hizo que la crisis se descontrolara dentro del centro, mientras de puertas para fuera intentaban esconder la situación.

Ahora, más de 50 familias afectadas se han organizado para estudiar acciones legales contra la dirección y la empresa gestora, DomusVi, una multinacional propiedad de fondos de inversión que controla 198 residencias en toda España. La empresa tiene más frentes abiertos por mala gestión de la covid-19 en residencias de Alcoy y Sevilla y, antes del coronavirus, algunos de sus centros ya habían sido expedientados.

"Queremos que paguen los culpables", asegura Ramiro Berrocal, que lidera la iniciativa después de perder a su padre en el centro de Premià de Mar hace sólo unos días. La batalla legal de las familias acaba de empezar y hacen un llamamiento a otros afectados de Ca n'Amell a sumarse a través de un grupo de coordinación a Facebook.

"Casi no les daban comida ni agua"

Denuncian que en el centro había una falta de personal y que el que había no estaba preparado para atender adecuadamente a los usuarios. "Casi no les daban comida ni agua", denuncia, asegurando que la mala gestión era previa al coronavirus, pero que "la crisis la ha hecho aflorar".

Responsabilizan del origen de la mala gestión al director del centro alegando que no tenía los conocimientos suficientes para ostentar esta posición. Según su currículum, su carrera profesional había sido siempre al frente de hoteles o restaurantes y no tenía ninguna experiencia en el sector geriátrico hasta que, ahora hace 5 años, entró a dirigir Ca n'Amell.

A mediados de marzo, las familias vieron que alguna cosa no funcionaba y se quejaron al Ayuntamiento de Premià. Recibían correos de la dirección diciendo que todo iba bien y que no había casi ningún abuelo contagiado, pero no tenían información concreta sobre sus familiares y era imposible contactar con nadie del centro.

Muertos sin comunicar

Desde el consistorio, se tenía comunicación con las cinco residencias que hay en el municipio pero, desde DomusVi, no recibían ninguna respuesta. Médicos del CAP accedieron a la residencia y, después de descubrirse que habían escondido la muerte de al menos dos personas, se decretó la intervención sanitaria del centro, que ha acabado en una intervención completa.

El Conscorci Sanitari del Maresme se encarga ahora de controlar el contagio y el CAP gestiona la asistencia a los enfermos. Lo hacen con la misma plantilla que ya trabajaba en el centro, aunque ha tenido que ser reforzada con personal propio, ya que muchos de los trabajadores dieron positivo al test de coronavirus y han tenido que ser apartados. También dieron positivo 172 usuarios de los 200 que había en el centro.

El Ayuntamiento también denuncia

Ahora las familias respiran un poco más tranquilas, aunque dicen que la información sigue siendo "mínima". El Conscorci explica que hay un equipo, liderado por una psicóloga y reforzado con cuatro trabajadores del servicio de atención domiciliaria de Premià, para llamar diariamente a los familiares y atender sus consultas.

Más allá de la iniciativa de los familiares, el Ayuntamiento ha anunciado que también tomará acciones legales contra la dirección del centro por su "negligencia absoluta". Critican a la vez a los departamentos de Afers Socials y Salut por no haber reaccionado antes cuando, según dicen, hacía semanas que reclamaban la intervención de la Generalitat en el centro.