Hong Kong, la oposición demócrata dimite en bloque

La acción es una protesta contra la inhabilitación de cuatro diputados críticos con el régimen de Pekín

La oposición demócrata de Hong Kong dimite en bloqueFrente común.Los diputados prodemocracia de Hong Kong se dan la mano al anunciar su decisión de dimitir en bloque del Parlamento, que queda en manos de los afines de Pekín (Anthony Kwan / Getty)
Hong Kong. Corresponsal
12/11/2020 10:25 | Actualizado a 12/11/2020 14:03

La política hongkonesa no levanta cabeza. Ayer, la crisis en la que está sumida desde hace meses la ciudad se ahondó cuando la bancada prodemocracia del Parlamento local anunció su dimisión en bloque. Fue su forma de protestar contra la resolución aprobada por Pekín para permitir al Gobierno autonómico que destituya por la vía rápida a los legisladores que considere una amenaza para la seguridad nacional. En cuestión de horas, el Ejecutivo local inhabilitó a cuatro diputados de la oposición ya señalados, un acto visto como una nueva merma de las libertades de este enclave financiero.

“A partir de hoy, Hong Kong ya no puede decir que está regido por el principio de un país dos sistemas (por el que el territorio goza de más derechos que el resto de China continental). Apoyamos a nuestros compañeros que han sido descalificados. Dimitiremos en bloque”, anunció Wu Chi Wai, diputado de la oposición.

“Desde hoy, Hong Kong ya no se rige por el principio de un país, dos sistemas”, advierte la oposición

La pinza diseñada por Pekín y sus aliados del Gobierno hongkonés funcionó como un reloj. A primera hora del día, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional del Pueblo (el Parlamento chino) aprobó una resolución para inhabilitar a los legisladores escasos de patriotismo que apoyen la independencia de Hong Kong, rechacen la soberanía china sobre este territorio, pidan la intervención de fuerzas extranjeras en los asuntos locales o cometan actos que amenacen la seguridad nacional. Horas después, sin dilación alguna, el Gobierno local retiraba el acta de diputado a Alvin Yeung, Kwok Ka Ki y Dennis Kwok, del Partido Cívico, y a Kenneth Leung, del Gremio de Profesionales.

El cuarteto ya figuraba en el punto de mira de las autoridades. Meses atrás, a los cuatro se les prohibió presentarse a las elecciones legislativas que debían haberse celebrado el pasado 6 de septiembre, pero finalmente pospuestas hasta 2021 por el coronavirus. En aquella ocasión, la comisión electoral argumentó que no habían demostrado suficiente lealtad a la ley Básica (la mini Constitución hongkonesa), ya que habían solicitado sanciones internacionales contra el Gobierno hongkonés y chino. Aunque se les permitió conservar sus escaños, el jaque mate de ayer les obliga a dejarlos de inmediato.

Los cuatro diputados ya fueron vetados como candidatos para las legislativas, pospuestas al 2021

La salida en masa de los prodemocracia priva de su voz crítica a uno de los escasos foros políticos con espacio para la disidencia que quedan en la ciudad. En el hemiciclo de 70 escaños, ahora tan solo quedan los 41 legisladores de partidos afines al Gobierno, que a su vez rinde tributo a Pekín, además de dos diputados independientes. Una composición muy al estilo de la China continental, donde no hay sitio para la oposición y las medidas que presenta el ejecutivo obtienen el visto bueno sin problemas.

Precisamente, la controvertida jefa del Gobierno local, Carrie Lam, se mostró satisfecha con una situación que deja el hemiciclo en manos de sus partidarios, lo que le permitirá sacar adelante sus políticas sin contratiempos. “Por supuesto que queremos que el parlamento apruebe los proyectos de ley que proponemos. Nos sentimos aún más emocionados cuando se pueden aprobar de manera eficiente”, apostilló. También descartó convocar elecciones parciales para cubrir las vacantes con el argumento de que las legislativas pospuestas ya están programadas para dentro de nueve meses.

Carrie Lam celebra la retirada de sus rivales, ahora podrá “aprobar de forma eficiente” sus leyes: sin contestación

Hasta hace pocos años, Pekín se había mantenido en un contenido segundo plano a la hora de lidiar con la oposición a su autoridad en Hong Kong, algo que dejaba en manos de sus fieles locales. Pero desde el movimiento de los Paraguas del 2014 y, sobre todo, las violentas protestas contra la ley de extradición del año pasado, la paciencia menguó y su actuación se ha vuelto mucho más directa y autoritaria.

Ejemplo de ello es la imposición por las bravas en junio de la polémica Ley de Seguridad Nacional, que castiga con cadena perpetua delitos como el de secesión, subversión, terrorismo o colusión con fuerzas extranjeras. Para sus partidarios, ha servido para pacificar la ciudad, muy maltratada tras meses de caos e inestabilidad. Pero para sus detractores, es una herramienta de represión con la que pretenden hostigar a los críticos, una sensación reforzada por las destituciones de ayer. “Hoy es un día triste, pero también glorioso para todos. Nosotros nos vamos, pero habrá más hongkoneses con aspiraciones, fuerza, esperanza y valores que nos relevarán”, dijo esperanzado el depuesto Leung. La próxima cita electoral será la ocasión de comprobarlo.