guerra abierta entre AstraZeneca y la Unión Europea

Bruselas y el laboratorio se acusan mutuamente sobre la interpretación de un contrato que la farmacéutica se niega a publicar

 

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BruselasEl enfrentamiento entre la Unión Europea y la farmacéutica AstraZeneca ya es una guerra abierta al público. Ya no se trata solo del cumplimiento de un contrato que es secreto sino que la tensión ha escalado hasta el punto de convertir en un lío la tercera reunión prevista para este miércoles a las 18.30 horas para intentar aclarar por qué el laboratorio no puede repartir las dosis acordadas. El día ha arrancado en Bruselas con la Comisión Europea confirmando que AstraZeneca se negaba a asistir a la reunión, lo cual ha sido desmentido por la compañía inmediatamente después.

La reunión se ha celebrado, pero el ambiente es más que tenso. Según fuentes europeas, la compañía había cancelado la asistencia el día anterior, alegando que no tenía más información que dar. Sin embargo, finalmente esta misma mañana han anunciado que enviarían solamente a una de las personas convocadas. Un correo entre la compañía y la directora general de salud de la comisión, Sandra gallina, publicado por la cadena alemana ZDF demuestra que AstraZeneca sí que anuló la cita.

Pero este lío es solo la superficie del problema de fondo: AstraZeneca avisó la semana que entregaría tan solo una cuarta parte (según fuentes comunitarias) de las dosis comprometidas durante el primer trimestre. Bruselas reclama explicaciones y las obtenidas hasta ahora no son satisfactorias. En una entrevista concedida a diversos medios, el director ejecutivo de la empresa, Pascal Soriot, aseguraba que si no llegaban a entregar las dosis es porque dos de las cuatro plantas que tienen que producir su vacuna en Europa estaban demostrando un "rendimiento bajo" y que, como el Reino Unido firmó el contrato tres meses antes sí que recibirán todas las dosis encargadas.

"Rechazamos la lógica de servir en función del orden de llegada. Eso puede funcionar en la carnicería del barrio, pero no en los contratos. No hay ninguna cláusula de prioridad en acuerdo firmado", ha espetado la comisaria de Salud, Stella Kyriakides. La comisión reitera que estas explicaciones no le sirven porque la UE acordó financiar la vacuna de Oxford/AstraZeneca con 336 millones de euros (no se ha pagado todo aun) para que hubiera un número determinado de millones dosis (de tres cifras según fuentes comunitarias) disponibles tan pronto como la vacuna fuese autorizada. La UE, dice, asumía el riesgo de perder la inversión si la vacuna no recibía la autorización, pero la compañía se comprometía a prepararse para tener la capacidad de producción acordada. Además, en el acuerdo (que sigue sin salir a la luz) Bruselas asegura que se contaba tanto con las plantas del Reino Unido como con las dos que hay en Europa (Alemania y Bélgica), por tanto, exige que si las plantas europeas no han alcanzado la capacidad de producción esperada se hagan llegar dosis desde el Reino Unido. "No hay ninguna jerarquía entre las plantas", ha dicho la comisaria.

Precisamente, la comisión sospecha que mientras la farmacéutica asegura que no puede cumplir las entregas pactadas ha vendido dosis a otros países y, por ello, ha pedido a las autoridades belgas cooperación para saber si se han exportado o no vacunas. Por eso, quiere fijar un sistema de transparencia que obligue a las farmacéuticas a notificar por adelantado si piensan exportar dosis y adónde. No se trata de bloquear las exportaciones sino de poder disponer de la información, recalcan. La opacidad en todo este lío es clave, porque solo uno de los contratos, el de CureVac, es público. La Comisión Europea asegura que son las compañías las que han exigido estrictas cláusulas de confidencialidad que implicaban no hacer públicos los acuerdos. Pero ahora Bruselas considera que, con la entrevista de Soriot, AstraZeneca se saltó el acuerdo y le exige que publique el acuerdo entero para que se pueda comprobar quién dice la verdad.

No obstante, la Comisión tiene claras sus intenciones: quiere solucionar la disputa lo más pronto posible y recibir las vacunas acordadas. La pugna legal es secundaria si consigue que lleguen las dosis con las que contaba la UE. "La decepción es inmensa porque AstraZeneca iba a ser la primera en obtener la autorización y poder producir las vacunas de manera masiva, después tuvimos la fortuna de que Pfizer y Moderna la tuvieran antes, pero es inacceptable que el calendario de distribución quede reducido a tan solo una fracción", han lamentado fuentes europeas.

Además, la vacuna de AstraZeneca todavía no ha recibido la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). La reunión en la que los expertos de esta agencia europea tienen que decidir si le dan luz verde está agendada para este jueves. El martes, sin embargo, la directora de la EMA, Emer Cooke, abrió la puerta a la posibilidad que la autorización no sea completa, sino que se permita solo aplicar la vacuna de Oxford a menores de 65 años porque faltan datos sobre su impacto y eficacia en las personas mayores, justamente uno de los grupos de riesgo que tendría que ser vacunado con prioridad.