14F: cerca de un 30% de los convocados a las mesas electorales excusan presentarse

Más de 16.000 personas (20% del total) ya han pedido que se las excluya de las mesas electorales. Y se trata solo de datos parciales de 18 de las 31 juntas de zona que hay en Catalunya (aún queda por saber los datos de territorios tan poblados como L'Hospitalet de Llobregat, Tarragona, Lleida y Girona). Solo en la de Barcelona, hasta este miércoles ya se han registrado 8.000 peticiones. Esto, según el presidente de la junta, Santiago García, representa un "auténtico problema" para poder constituir las mesas electorales el 14 de febrero. En dos entrevistas, la primera en El món a RAC1 y la segunda en el Planta Baixa de TV3, García ha apuntado que, ante el alud de alegaciones, se están planteando buscar "voluntarios" para que formen parte de las mesas electorales. Esta es también una de las alternativas para otras juntas de zona con problemas similares. El objetivo es que a las 9 de la mañana todas las mesas puedan tener presidente y dos vocales, y la ley les da gran arbitrariedad para intentarlo.

En primer lugar, pueden rechazar las excusas de los ciudadanos, recordando que no presentarse en el colegio electoral puede conllevar multas o incluso penas de prisión de tres a seis meses. Es el procedimiento estándar, que recoge la Ley Orgánica de Régimen Electoral Gerenal (Loreg), que no contempla un escenario de pandemia. Por lo tanto, tampoco contempla un escenario en el que haya miles de personas enviando objeciones y el riesgo de que la jornada electoral pueda comenzar sin que todas las mesas se hayan constituido. No podrán rechazar las objeciones de los mayores de 65 años, cuyas solicitudes para no formar parte de las mesas electorales siempre deben, por ley, ser concedidas. Lo mismo sucede con aquellos que tengan excusa médica, pero aquí ya se entra en el territorio de la arbitrariedad: las juntas de zona pueden rechazar peticiones que vengan acompañadas de un informe médico que desaconseja la presencia de la persona en una mesa. Es lo que hizo, por ejemplo, en el caso de Jordi, un enfermo de cáncer crónico que llevó los documentos pertinentes de su médico de cabecera, que lo clasificaba como colectivo de riesgo.

La manera más habitual de relevar los miembros de las mesas que no se hayan presentado es hacerlo en el mismo colegio electoral. La Lorg otorga potestad a las juntas de zona para elegir los sustitutos, "pudiendo incluso ordenar que forme parte de la mesa alguno de los electores que se encuentre presente en el local". "El hecho de que el primero que llegue sea el primero que se quede no me parece deseable. Hay que evitarlo como sea. La idea de crear una bolsa de voluntarios me parece muy razonable, lógica", ha opinado García, teniendo en cuenta que la Generalitat ha recomendado que la primera franja horaria de voto (de 9 h a 12 h) esté reservada para la gente mayor. De momento, ya se han empezado a resolver algunos casos, pese a que las juntas tienen cinco días para hacerlo una vez reciban la solicitud.

"Una situación excepcional requiere soluciones excepcionales", ha subrayado el juez, partidario también que haya personal sanitario asesorando a las juntas electorales para determinar cuáles de las excusas son aceptables. El pasado lunes el ARA explicó la historia de Jordi, un enfermo crónico de cáncer y colectivo de riesgo ante el covid a quien la junta de Manresa había denegado la petición al entender que en los colegios electorales "habría las medidas sanitarias suficientes". García ha alertado de que, en caso de que resulten contagiados, los miembros de las mesas podrían recurrir a la justicia para reclamar a la administración su "responsabilidad objetiva patrimonial" en el contagio. "La situación es más arriesgada para un miembro de mesa electoral que para un votante", ha apuntado el presidente de la Junta de Barcelona.

La Generalitat asegura que los colegios electorales serán "plenamente seguros", en palabras del conseller de Exteriores, Bernat Solé, responsable máximo del proceso. Para proteger a los miembros de las mesas se ha organizado un dispositivo que garantiza la distancia de seguridad dentro de los centros de votación, evita el contacto (no tocarán ni los DNI) y les suministra mascarillas FFP2, pantallas faciales y un equipo de protección individual (EPI) para la última hora de votación (de 19 h a 20 h), cuando se recomienda que voten las personas contagiadas y sus contactos estrechos. Aún así, García ha señalado que los problemas que se están encontrando las juntas electorales responden al "miedo" que tiene la gente al contagio. El número de excusas presentadas es "muy elevado": en Barcelona no se llegaba a las 1.000 y ahora hay, de momento, 3.250. "La mayoría son personas que alegan enfermedades", ha señalado García, que reconoce que, en el caso de Barcelona, ni los tres jueces ni los dos letrados que forman parte de la junta son expertos en materia sanitaria.

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Actualitzada el 04-02-2021 ara.cat