"Quiero un futuro mejor. Antes teníamos libertad de expresión y la están erosionando poco a poco", comenta Tom, un residente que planea marcharse al Reino Unido.

Además, el Gobierno hongkonés, a instancias del central, también prohibió en el último año eslóganes independentistas, exigió a escuelas y bibliotecas que eliminaran libros "politizados" y medios como la televisión local RTHK han tenido que cancelar debates y alterar su programación de una manera favorable al Ejecutivo.