*la política es el quién decide el qué*, Rafa Villaró

 

No tienes ningún 'derecho' a decidir sobre nada cuyas consecuencias no recaigan sobre ti.
No debieras tener ningún poder de decidir sobre nada cuyas consecuencias no recaigan sobre ti.

La cuestión no es más que otra aproximación al 'derecho a decidir', donde la clave está en la relación entre responsabilidad y concernimiento, está sobre el poder -no el 'derecho'- (de) decidir sobre lo que sea.
Está en el 'en base a qué' / 'en nombre de qué' me tomo, o me dan, un -mucho o poco- poder decisorio sobre algo que no conozco y/o no -o sí- me afecta personal, físicamente.

Tenemos el clic cultural de la normalidad de cada uno decidiendo por todos.
¿O es al revés?

 

... da i Radicali, cada propuesta era responsabilidad de los proponentes, y si la Asamblea votaba a favor significaba tan solo que aquella tarea podía identificarse públicamente como 'radical'. El resto seguía siendo responsabilidad de los asumidores (asumir, concernir, ...responsabilidad).
¿Porqué entonces cualquier socio podía votar en la Asamblea a favor o en contra de una proposta ajena? Pues por que la votación no decidía si algo se debía hacer o no (eso era cosa de los proponentes), sino -sólo- si se permitía tirarlo adelante en nombre de, también, los radicali; por que la Asamblea, aprobándolo, no hacía más, ni menos, que reconocer el su/el sello radical de calidad política.

Tenemos el clic cultural de la normalidad de todos decidiendo por cada uno.
¿O es al revés?

 

Tenemos una cultura política insuficiente, deficiente e impertinente.
Somos una cultura política insuficiente, deficiente e impertinente.

Una cultura inculta.
Soberbia, joyosa, ostentosa, ...satisfecha de sí misma.

 

Barcelona, 24-VI-21, Rafa Villaró