El año en que puede estallar todo.¿ Qué pasará cuando vuelva el rey emérito? ¿Què pasara si retorna Puigdemont?*, Jordi Barbeta

Y llegamos al Reino de España donde también todo es posible porque todo se sostiene con pinzas y cualquier chispa puede provocar un incendio descomunal. La única ventaja que tiene Pedro Sánchez es que Pablo Casado ha puesto al descubierto su mediocridad como líder. Sin embargo, las encuestas son contradictorias y aparte del Partido Popular y Vox hay un búnker instalado en las estructuras del Estado que no dejarán pasar ni una ocasión de derribar al Gobierno. Parecía que una vez aprobados los presupuestos la legislatura estaba asegurada, pero la pandemia, otro confinamiento, otra vez los ERTE, el precio del gas, el precio de la luz, el reparto de los fondos europeos —que siempre dejarán algunos insatisfechos— y el peor balance económico de la Unión Europea se presenta como un auténtico calvario para el gobierno español. Y el PP le convoca elecciones en Castilla y León para levantar la moral de Casado y también lo hará en Andalucía. Y según como vayan las cosas, Pedro Sánchez convocará también elecciones anticipadas no tanto porque lo dice Iván Redondo sino porque no tenga más remedio. En medio de la desafección general provocada por la pandemia, el rey emérito se presentará en Madrid la mar de campechano. Y por mucho que lo intenten desvirtuar será un escándalo difícil de digerir porque será la confirmación objetiva de que el régimen es corrupto. Será una complicación más para el gobierno “más progresista de la historia” y muy especialmente para los aliados que le apoyan, desde Unidas Podemos a Esquerra Republicana. No será una crisis de Gobierno, será una crisis de régimen y el régimen se defenderá como una bestia malherida que dejará al PSOE en muy mala posición.

Y como siempre Catalunya estará en el centro del escenario, porque el conflicto catalán siempre ha sido la herramienta preferida para tapar las miserias españolas. Continuará el ataque sistemático y constante de la derecha y el búnker judicial, convencidos como están de que Catalunya es el flanco débil del PSOE y, precisamente por eso y en año electoral el Gobierno de Pedro Sánchez no solo no se atreverá a mover un dedo para resolver el conflicto catalán, sino que volverá a competir con los rivales españolistas exhibiendo intransigencia. Ya ha dado largas esta semana en la mesa de diálogo y a medida que pase el tiempo y aumenten las angustias electorales volverá a surgir el ardor guerrero al tiempo que los jueces vayan interviniendo escuela por escuela. La posición de Esquerra Republicana será muy comprometida, pero también la de Junts per Catalunya, unos porque no podrán mantener el apoyo a Sánchez y tampoco lo harán caer, y otros porque no podrían mantenerse en el Govern con ERC criticándolos todos los días.

Y al fin y al cabo nadie sabe —e incluso quizá sea bueno que no se sepa— qué reacción se prepara para cuando los tribunales europeos, que es la única esperanza que les queda a los demócratas catalanes, den la razón a los represaliados. Hay muchos procesos pendientes pero alguno podría caer este año. El president Puigdemont ha celebrado esta semana su cumpleaños y ha dicho que piensa celebrar el próximo en casa, se entiende que en libertad. Si esto fuera así estallaría Catalunya, estallaría España y, de rebote, estallaría Europa, porque España no bajará del burro... y Catalunya, tampoco. Que tengan un buen año.

2-I-22, elnacional.cat