*manifiesto manifiesto*, Cassandra

El dislate es mayor que la suma de sandeces, naderías y disparates que, candor o/y fanática obcecación, se suceden en esta viejuna y obsoleta manifestación de ucronía distópica en la que vive -¿viven, los zombis?- la izquierda.

Lo grave es que, mientras las derechas ('aquello que tiene a la izquierda como alternativa') han ido actualizando su relato (de Benoist, Rougier, ...B-H Lévy, Finkielkraut, ...), el de la izquierda ha permanecido fiel a una dogmática religada con mitos carcomidos.

Esa izquierda que no enarbola ya más que mástiles.

Esa izquierda que no ha conseguido acabar con las derechas, pero sí con todas las izquierdas.

Esa que, en la mayor y definitiva renuncia suicida histórica, cedió la única arma que puede convertir el liberticidio contemporáneo en común consciente responsabilidad.

El mito del progreso, del progreso por el conocimiento. Conoscere per deliberare.

Sí, pues sólo la rebeldía cultural personal, con la excelencia por horizonte, y desde la -crónica- crítica, permite la posibilidad.

La posibilidad. Pues afirmar la seguridad, es traicionarla. La posibilidad. Firmarla?!

El Manifiesto es un dislate mayor que la suma de sandeces, naderías y disparates que, candor o/y fanática obcecación, se suceden en esta viejuna y obsoleta manifestación de ucronía distópica en la que vive -¿viven, los zombis?- la izquierda.



Entre deseos y delirios. Píos, algunos: aberrantes, otros. Los firmantes nos quieren hacer llegar, no sabemos si como contribución al dantesco pavimento del infierno,

su "honda preocupación",

su "rechazamos frontalmente cualquier amenaza o agresión militar a un Estado soberano",

su "este conflicto solo puede resolverse a través del diálogo, la distensión y el convencimiento de que la paz es el único camino",

su "respetamos la soberanía de los pueblos y rechazamos las amenazas militares de un país a otro Estado soberano",

su "poner en marcha todos los aprendizajes de los centros de cultura de paz y grupos feministas por la paz para poner fin a esta escalada bélica".

Todo ello, y más, bajo el título de "Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no al envío de tropas ni armamento a Ucrania."



Befa y mofa de la razón y el conocimiento, bendita necedad de las que en su día llevaron a la Historia el bosque de Katyn, el gulag de Nueva Zembla ...o el horror del Holodomor,

Y es que, siendo "Estado soberano" una redundancia, la paz suele no ser más que miedo.

2-II-22, Cassandra



NB: Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no al envío de tropas ni armamento a Ucrania

Las organizaciones políticas abajo firmantes queremos expresar nuestra honda preocupación por el incremento de la tensión bélica entre EEUU y Rusia debido a la situación en torno a Ucrania. Rechazamos frontalmente cualquier amenaza o agresión militar a un Estado soberano, así como el envío de tropas españolas al Mar Negro y Bulgaria en el marco de la OTAN. Este conflicto solo puede resolverse a través del diálogo, la distensión y el convencimiento de que la paz es el único camino. La tensión entre las potencias viene escalando desde hace meses a causa del incremento sin precedentes del apoyo militar de diferentes países occidentales al Gobierno de Ucrania y el despliegue de tropas a ambos lados de la frontera ucraniana, algo que hoy día amenaza con derivar en un conflicto armado. La posibilidad de que Ucrania pueda integrarse en la OTAN es una ruptura de los compromisos de la propia organización. La UE debe evitar verse arrastrada y formular propuestas concretas de desescalamiento que eviten un conflicto que perjudique gravemente a Ucrania y a toda Europa en estos momentos de pandemia y de dificultades en los mercados mundiales de la energía.

El conflicto de Ucrania no es nuevo ya que desde 2013 ha dejado miles de muertos, ha dividido el país y sus consecuencias han alcanzado de lleno a la Unión Europea. Como un principio fundamental del derecho internacional, respetamos la soberanía de los pueblos y rechazamos las amenazas militares de un país a otro estado soberano, sea de quién sea, así como cualquier cambio de frontera por la vía de la agresión militar. Ucrania debe poder construir su futuro democrático sin ninguna injerencia. Pero ahora no podemos permitir que suba de nivel ni que nos encierren en un viejo esquema de Guerra Fría.

La Guerra Fría y la OTAN son etapas ya superadas. No podemos volver a recrearla porque perderíamos todos y todas. En este 2022 en que el mundo sigue afrontando la pandemia y la emergencia climática apostamos por la cooperación entre países, pueblos y personas.

Por esta razón, no tiene sentido que ahora la OTAN se extienda a Ucrania y Georgia por intereses de EE.UU. Algo que es percibido como una amenaza militar por Rusia, lo que añade más tensiones a una zona que ya ha sufrido demasiado.

Por todo lo anterior, hacemos un llamamiento con urgencia a:

1. Una desescalada de las tensiones  en las fronteras de Ucrania.

2. Una apuesta por redoblar los esfuerzos diplomáticos, buscando la mediación de la OSCE y la ONU para impedir cualquier tipo de acción bélica. Ese es el lugar donde estuvieron los países europeos con los Acuerdos de Paz de Minsk y el papel que queremos para la UE.

3. Defender la soberanía de los pueblos y el rechazo a las amenazas militares a un estado soberano, así como cualquier cambio de frontera por la vía de la agresión militar.

4. Cesar los planes para que Ucrania ingrese en la OTAN a la vez que se acuerdan medidas de garantía que satisfagan a ambas partes en la frontera entre Rusia y Ucrania.

5. Defender los derechos humanos para todas las personas sea en Ucrania, Rusia, EE.UU. o cualquier país de Europa.

6. Poner en marcha todos los aprendizajes de los centros de cultura de paz y grupos feministas por la paz para poner fin a esta escalada bélica.

7. Trabajar a medio plazo por una verdadera transición energética hacia energías renovables por nuestro futuro como especie y como planeta, y para evitar su uso geopolítico.

No hay camino para la paz. La paz es el camino.

Manifiesto manifiesto.

 

El dislate es mayor que la suma de sandeces, naderías y disparates que, candor o/y fanática obcecación, se suceden en esta viejuna y obsoleta manifestación de ucronía distópica en la que vive -¿viven, los zombis?- la izquierda.

Lo grave es que, mientras las derechas ('aquello que tiene a la izquierda como alternativa') han ido actualizando su relato (de Benoist, Rougier, ...B-H Lévy, Finkielkraut, ...), el de la izquierda ha permanecido fiel a una dogmática religada con mitos carcomidos.

Esa izquierda que no enarbola ya más que mástiles.

Esa izquierda que no ha conseguido acabar con las derechas, pero sí con todas las izquierdas.

Esa que, en la mayor y definitiva renuncia suicida histórica, cedió la única arma que puede convertir el liberticidio contemporáneo en común consciente responsabilidad.

El mito del progreso, del progreso por el conocimiento. Conoscere per deliberare.

Sí, pues sólo la rebeldía cultural personal, con la excelencia por horizonte, y desde la -crónica- crítica, permite la posibilidad.

La posibilidad. Pues afirmar la seguridad, es traicionarla. La posibilidad. Firmarla?!

El Manifiesto es un dislate mayor que la suma de sandeces, naderías y disparates que, candor o/y fanática obcecación, se suceden en esta viejuna y obsoleta manifestación de ucronía distópica en la que vive -¿viven, los zombis?- la izquierda.



Entre deseos y delirios. Píos, algunos: aberrantes, otros. Los firmantes nos quieren hacer llegar, no sabemos si como contribución al dantesco pavimento del infierno,

su "honda preocupación",

su "rechazamos frontalmente cualquier amenaza o agresión militar a un Estado soberano",

su "este conflicto solo puede resolverse a través del diálogo, la distensión y el convencimiento de que la paz es el único camino",

su "respetamos la soberanía de los pueblos y rechazamos las amenazas militares de un país a otro Estado soberano",

su "poner en marcha todos los aprendizajes de los centros de cultura de paz y grupos feministas por la paz para poner fin a esta escalada bélica".

Todo ello, y más, bajo el título de "Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no al envío de tropas ni armamento a Ucrania."



Befa y mofa de la razón y el conocimiento, bendita necedad de las que en su día llevaron a la Historia el bosque de Katyn, el gulag de Nueva Zembla ...o el horror del Holodomor,

Y es que, siendo "Estado soberano" una redundancia, la paz suele no ser más que miedo.

2-II-22, Cassandra



NB: Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no al envío de tropas ni armamento a Ucrania

Las organizaciones políticas abajo firmantes queremos expresar nuestra honda preocupación por el incremento de la tensión bélica entre EEUU y Rusia debido a la situación en torno a Ucrania. Rechazamos frontalmente cualquier amenaza o agresión militar a un Estado soberano, así como el envío de tropas españolas al Mar Negro y Bulgaria en el marco de la OTAN. Este conflicto solo puede resolverse a través del diálogo, la distensión y el convencimiento de que la paz es el único camino. La tensión entre las potencias viene escalando desde hace meses a causa del incremento sin precedentes del apoyo militar de diferentes países occidentales al Gobierno de Ucrania y el despliegue de tropas a ambos lados de la frontera ucraniana, algo que hoy día amenaza con derivar en un conflicto armado. La posibilidad de que Ucrania pueda integrarse en la OTAN es una ruptura de los compromisos de la propia organización. La UE debe evitar verse arrastrada y formular propuestas concretas de desescalamiento que eviten un conflicto que perjudique gravemente a Ucrania y a toda Europa en estos momentos de pandemia y de dificultades en los mercados mundiales de la energía.

El conflicto de Ucrania no es nuevo ya que desde 2013 ha dejado miles de muertos, ha dividido el país y sus consecuencias han alcanzado de lleno a la Unión Europea. Como un principio fundamental del derecho internacional, respetamos la soberanía de los pueblos y rechazamos las amenazas militares de un país a otro estado soberano, sea de quién sea, así como cualquier cambio de frontera por la vía de la agresión militar. Ucrania debe poder construir su futuro democrático sin ninguna injerencia. Pero ahora no podemos permitir que suba de nivel ni que nos encierren en un viejo esquema de Guerra Fría.

La Guerra Fría y la OTAN son etapas ya superadas. No podemos volver a recrearla porque perderíamos todos y todas. En este 2022 en que el mundo sigue afrontando la pandemia y la emergencia climática apostamos por la cooperación entre países, pueblos y personas.

Por esta razón, no tiene sentido que ahora la OTAN se extienda a Ucrania y Georgia por intereses de EE.UU. Algo que es percibido como una amenaza militar por Rusia, lo que añade más tensiones a una zona que ya ha sufrido demasiado.

Por todo lo anterior, hacemos un llamamiento con urgencia a:

1. Una desescalada de las tensiones en las fronteras de Ucrania.

2. Una apuesta por redoblar los esfuerzos diplomáticos, buscando la mediación de la OSCE y la ONU para impedir cualquier tipo de acción bélica. Ese es el lugar donde estuvieron los países europeos con los Acuerdos de Paz de Minsk y el papel que queremos para la UE.

3. Defender la soberanía de los pueblos y el rechazo a las amenazas militares a un estado soberano, así como cualquier cambio de frontera por la vía de la agresión militar.

4. Cesar los planes para que Ucrania ingrese en la OTAN a la vez que se acuerdan medidas de garantía que satisfagan a ambas partes en la frontera entre Rusia y Ucrania.

5. Defender los derechos humanos para todas las personas sea en Ucrania, Rusia, EE.UU. o cualquier país de Europa.

6. Poner en marcha todos los aprendizajes de los centros de cultura de paz y grupos feministas por la paz para poner fin a esta escalada bélica.

7. Trabajar a medio plazo por una verdadera transición energética hacia energías renovables por nuestro futuro como especie y como planeta, y para evitar su uso geopolítico.

No hay camino para la paz. La paz es el camino.