filantropia compensatoria de alto nivel

12-VIII-22, nytimes


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Por Elda Cantú

Senior News Editor, Latin America

El pueblo siona, una comunidad indígena en el margen del río Putumayo, en la Amazonía colombiana, enfrentaba una difícil decisión: el PNUD, una agencia de desarrollo de la ONU, les ofrecía dinero para mejorar sus condiciones de vida.

La ayuda significaría mejores oportunidades en un lugar donde escasean la electricidad, el agua corriente y los alimentos.

Los fondos, no obstante, provenían de una alianza del PNUD con una empresa petrolera.

A la izquierda, unas niñas juegan cerca del río Putumayo, en el territorio de los siona. A la derecha, un arroyo cubierto en petróleo en la región del Putumayo.Federico Rios para The New York Times

Para los siona, la extracción petrolera implica la profanación de una tierra sagrada. Para la agencia de la ONU, la industria de los hidrocarburos es “capaz de generar los mayores impactos positivos en las condiciones de desarrollo de las personas” a nivel mundial.

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Nuestras colegas Sarah Hurtes y Julie Turkewitz revisaron documentos, entrevistaron a decenas de funcionarios, exfuncionarios, donantes y líderes comunitarios para una investigación que muestra la presión al interior del PNUD para recaudar fondos y lanzar proyectos. Si funcionan o no, dice un exasesor técnico, eso importa menos.

De hecho, varias fuentes les contaron que una forma de minimizar los malos resultados es presentarlos como “lecciones aprendidas”. Sarah y Julie escriben:

De México a Kazajistán, estas alianzas forman parte de una estrategia que no considera a las empresas petroleras como villanos ambientales sino como grandes empleadores que pueden llevar electricidad a las zonas remotas y crecimiento económico a los países pobres y de ingreso medio.

Funcionarios y exfuncionarios de la UNDP expresaron molestia ante la posibilidad de que estas alianzas sirvan para lavarle la cara a empresas de una industria altamente contaminante.

Pero si por un lado hay un esfuerzo por facilitar la operación petrolera a cambio de donativos para comunidades necesitadas, por el otro hay un ajuste de cuentas generacional.

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Una nota de Cara Buckley esta semana reportaba que los herederos de fortunas petroleras están financiando protestas contra los proyectos e iniciativas con combustibles fósiles.

“Es hora de poner al genio otra vez en la botella”, comentó uno de los descendientes de la familia Rockefeller, en su época la mayor fortuna petrolera del mundo. “Siento una obligación moral de hacer lo que me toca. ¿No lo harías tú?”.

NYTimes.com/es

12 de agosto de 2022