Vladislav Listyev, Anatoly Adamchuk, Konstantin Fetisov...

Los periodistas rusos apelaron ayer al Kremlin, al que exigieron protección ante el ciclo de violencia que les amenaza desde hace años, mientras se conocía que otro reportero, el segundo en dos días, había recibido una brutal paliza al parecer relacionada con su trabajo. En una carta publicada ayer en el diario Kommersant,reporteros y directores de los medios rusos aseguran que proteger a los periodistas es proteger "el derecho de la sociedad a hablar y a ser escuchada".

Anatoly Adamchuk sufrió serias contusiones y heridas en la cabeza cuando fue asaltado ayer de madrugada por dos desconocidos, según explicó su compañero Serguei Grammatin a la emisora Eco de Moscú. "Le atacaron por la espalda y le golpearon detrás de la cabeza, y siguieron dándole más golpes cuando estaba en el suelo", relató. A pesar de lo ocurrido tras la paliza se fue a casa, pero ayer tuvo que ingresar en un hospital.

Adamchuk trabaja para el semanario Noticias de Zhukovskiye, una ciudad al sudeste de Moscú. Últimamente había estado informando sobre la detención de menores por protestar contra la destrucción de un bosque por la construcción de una carretera y la ampliación de un aeródromo donde se celebra una conocida feria internacional de aviación.

En la madrugada del sábado otro periodista, el reportero de Kommersant Oleg Kashin, fue ferozmente agredido por dos hombres que le dejaron en coma. En la brutal paliza, Kashin sufrió rotura de mandíbula, de las piernas y heridas en los dedos y en la cabeza. En este tiempo han tenido que operarle en dos ocasiones y aunque su situación es grave según su familia y compañeros, su vida no corre peligro.


Oleg Kashin

Kashin había recibido amenazas tras escribir varios artículos sobre la tala de otro bosque, al noroeste de Moscú y por el que debe atravesar una autopista de pago entre la capital y San Petersburgo. La primera víctima de la lucha contra el proyecto se produjo hace dos años, cuando al director del periódico Jimkinskaya Pravda, Mijail Beketov, le tuvieron que amputar una pierna tras ser atacado por varios desconocidos. El ecólogo y activista Konstantin Fetisov, actualmente hospitalizado, fue agredido la semana pasada con un bate de béisbol.

El polémico proyecto se encuentra detenido por orden del presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, tras las sonadas protestas del pasado agosto.

"Al pedir protección no sólo estamos hablando de nuestro oficio" -dicen los periodistas en la carta a Medvedev-. Es necesario también defender a nuestros lectores". En el escrito, al que ayer se habían adherido 1.800 firmas en internet, se citan los asesinatos de Vladislav Listyev, hace quince años, y de Anna Politkovskaya, hace cuatro, dos de los casos que han conmocionado a la opinión pública. Según la carta, en el 2010 ocho reporteros han sido asesinados y 40, agredidos. Según las organizaciones de derechos humanos son 19 los asesinatos de periodistas que desde el 2000 están sin resolver.

9-XI-10, G. Aragonés, lavanguardia

Un periodista del respetado diario ruso Kommersant sufrió ayer una brutal paliza que le dejó en coma. A Oleg Kashin dos desconocidos le machacaron las piernas, la cabeza y las manos en un ataque feroz que, según la Fiscalía y sus compañeros, podría estar relacionado con su trabajo.

Kashin, de 30 años, escribía sobre manifestaciones, oposición y grupos juveniles. También se había ocupado de la tala del bosque de Jimki, por donde tiene que pasar una autopista de pago entre Moscú y San Petersburgo. "No hay duda de que la paliza contra nuestro compañero está relacionada con su actividad profesional", decía ayer la redacción del periódico en un comunicado.

En agosto, el reportero publicó una entrevista auno de los miembros de un grupo de extrema izquierda que atacó el Ayuntamiento de Jimki. Después recibió amenazas, como él mismo relató en la revista Kommersant Vlast el 18 de octubre. El 11 de agosto el grupo progubernamental La Joven Guardia colgó en su web un texto titulado "Los periodistas traidores deben ser castigados". En él se decía que Kashin es un "periodista semiclandestino y saboteador que pervierte a los lectores y desprestigia los órganos de poder". Iba acompañado de una foto del reportero y la leyenda "Será castigado".

El director de Kommersant,Mijail Mijailin, aseguró no tener dudas del objetivo de los asaltantes. "Le rompieron los dedos. Es obvio que no les gustaba lo que él decía y escribía". No le robaron ni el móvil, ni el dinero, ni la documentación, señaló el director.

Yelena Pogrebizhskaya, una cantante vecina de Kashin, escribió ayer en su blog que dos hombres le estaban esperando a la puerta de su casa. Eran las 0.40 de la madrugada. "Un barrendero dijo que dos hombres esperaban a Oleg en la verja, de pie como si no fuera con ellos, con un ramo de flores. El barrendero que llamó a la ambulancia dice que le pegaron de lo lindo, no con los puños, sino con algún objeto. No eran gamberros: le pegaron porque Oleg era periodista, y le estaban esperando".

Los ataques contra periodistas no son extraños en Rusia. Según las organizaciones de derechos humanos, desde el año 2000 ha habido al menos 19 casos de asesinatos de informadores sin resolver. El más sonado, el de la reportera de investigación Anna Politkovskaya, tiroteada por un sicario en el portal de su casa en octubre del 2006.

7-XI-10, G. Aragonés, lavanguardia