promover el "kilómetro 0"

Importar alimentos desde tierras lejanas tiene un coste energético y medioambiental que, en tiempos de crisis como el presente, cuesta más de digerir. Si los productos importados también se cultivan en el país importador, el ciudadano sospecha que está pagando más por peras venidas de fuera, y que ello no beneficia ni a su bolsillo ni a la economía local. En Italia, patria del movimiento Slow Food (el buen comer basado en el consumo de productos regionales o nacionales), la principal asociación de agricultores, Coldiretti, ha detectado ese sentimiento difuso yha lanzado este otoño la campaña Kilómetro 0, que predica las bondades de adquirir alimentos de distancia corta.

Al consumidor italiano, inquieto por la perspectiva de unas Navidades parcas por culpa de la recesión, Coldiretti propone este seductor consejo para aprovisionar la despensa: "Comprando productos locales se ahorran cien euros al mes y mil kilos de CO al año". 2 Atención: esos cien euros de ahorro están calculados sobre un gasto medio mensual en comida de 467 euros, lo que supone un porcentaje del 21,5%, muy interesante para familias de clase media, las más golpeadas por la crisis económica.

La menor contaminación y el ahorro energético (véase gráfico) de esa apuesta son un plus para consumidores concienciados, que fomentan así además la economía de proximidad. "El coste del petróleo ha puesto en tela de juicio un principio de la globalización según el cual se consumen los productos elaborados donde cuesta menos elaborarlos - razona Sergio Marini, presidente de Coldiretti-.Ahora hay que sostener la producción cercana al lugar de consumo".

Así, surgen mercados en los que los agricultores venden directamente lo que cultivan o elaboran, sobre todo hortalizas, aceite, queso, carne, vino y miel. Y restaurantes de Roma, Padua y Milán han empezado a ofrecer menús Kilómetro 0 a sus clientes, con ingredientes de la comarca o de la región, y además rigurosamente de temporada.

La promoción de la agricultura local da lugar a leyes como las aprobadas este verano por las regiones de Véneto y Calabria. La véneta prevé que la mitad de los alimentos servidos en comedores escolares, hospitales, residencias de ancianos y cuarteles sean de la zona. Más casos: hace años que en Italia funciona la venta de leche a granel directamente de la espita. La lista del millar de distribuidores está en internet; basta acudir con una botella e insertar un euro en la máquina expendedora.

Para una familia italiana en busca de ahorro, la red es una mina. El Ministerio de Agricultura y las asociaciones de consumidores tienen una web (Smsconsumatori. it) que informa de los precios diarios de hortalizas y frutas, y permite simular una compra calculando su coste. También funciona vía móvil; se teclea el nombre del producto y se recibe un SMS con los datos. Aparte de Coldiretti, otra asociación del sector, la Confederación Italiana de Agricultores, informa también en internet de puntos de venta directos.

7-XII-08, M-P. López, lavanguardia