(Europa:) "Nos conviene", Miquel Roca Junyent

La crisis no es, en este momento, una crisis fundamentalmente financiera; es, sobre todo, una crisis política. Una crisis que tiene como objetivo destacado debilitar Europa; incluso con voluntades no escondidas de acabar con lo que la Unión es y representa. A los británicos, Europa y especialmente el euro, les molestan. Refugio cualificado de esto que se llaman los mercados, Gran Bretaña no da -y ya no lo disimula- más importancia a los beneficios de la política financiera a corto plazo y especulativa que a los principios que han dado vida a la gran realidad de la Unión Europa, como escenario de libertad, paz y progreso.

Los alemanes tampoco disimulan que les gustaría otra Europa. Posiblemente, una Europa más ligada a su tradición, convencidos como están de la superioridad que se atribuyen con relación a los demás países europeos. Y Francia reencuentra en su chovinismo de siempre un motivo para repensar Europa. Una Europa que quisieran compartir con los alemanes, sin preguntarse si estos lo quieren también. E Italia, como siempre, intentando averiguar quién ganará para ponerse a su lado.

¡Pobre Europa! ¡Pobre Gran Bretaña, pobre Alemania, pobre Francia!: aún no quieren aceptar y comprender que sin Europa no son nada ni tienen futuro. Corresponde a los ciudadanos europeos, a todos, reivindicar de nuevo, con fuerza y coraje, la ilusión de la Europa unida; es necesario cambiar cosas, pero sólo en una sola dirección: aquella que asegure el futuro y la continuidad de la Unión Europea. Los líderes que se opongan verán sus nombres escritos en la historia, con letras de menosprecio y de condena.

¡Y España que espabile! De momento, en el club de los importantes, no estamos ni se nos espera. Y para nosotros no hay más futuro que el que Europa nos pueda dar. Y tenemos la suerte de que los ataques contra España son en este momento la expresión del antieuropeísmo más frívolo y de corto vuelo. Si los ataques a España ganasen, lo que sabemos seguro es que quien perdería es Europa.

¿Puede alguien, por favor, levantar la bandera de Europa? Los mercados tienen límites y, entre ellos, la unidad y el futuro de Europa -la de todos- es más importante. ¡Europeos, seamos europeístas! Nos conviene.

17-IV-12, Miquel Roca Junyent, lavanguardia