"A veces para reducir el déficit hay que aumentarlo antes", Martin Schulz

Martin Schulz, presidente del Europarlamento; fue líder socialista en la Eurocámara. Tengo 56 años: abrí mi librería a los 27 y fui alcalde de Würselen a los 31 sin dejar de trabajar doce horas diarias. Creo en la dimensión humana de la política: la 'falta de carisma' de Hollande puede ser su ventaja. Fui educado católico y no estoy seguro de ser agnóstico del todo.

Alemania también tuvo su crisis gravísima en los noventa: ¿qué hizo para salir?
Alemania con Schröder y después con la gran coalición de socialdemócratas y democristianos (SPD-CDU) tuvo también que tomar medidas presupuestarias muy duras, pero yo destacaría dos cruciales...

Adelante.
Introdujimos la flexibilidad en la reducción de jornada en las empresas. En lugar de despedir a los trabajadores cuando bajaron los pedidos, lo que hicimos fue reducir su jornada y, con una subvención estatal, completamos su salario.

Fue otro modo de pagar el subsidio.
Pero evitó los despidos masivos y permitió aprovechar enseguida el repunte en los pedidos en cuanto se reanimó la economía. La segunda medida providencial fue subvencionar la compra de coches, con lo que logramos que la industria del motor, esencial para Alemania, no se colapsara.

O sea, que aumentaron su déficit.
Desde luego, esas dos medidas incrementaron considerablemente nuestro déficit durante algún tiempo, pero después, cuando volvimos a crecer, pudimos enjugar ese déficit también con rapidez.

Ergo...
Sí. A veces para reducir el déficit hay que aumentarlo antes...

¿Para invertir en qué?
En crecimiento: en investigación, por ejemplo, en energías renovables.

Acabamos de dar un cerrojazo a la inversión en renovables para cumplir con el objetivo de déficit impuesto.
¡Pues ha sido un gran error! El camino es precisamente financiar a los investigadores y a los emprendedores, y pequeños y medianos empresarios, por ejemplo, que busquen, brinden y comercialicen soluciones energéticas para cambiar el paradigma y superar las energías fósiles y las nucleares.

3-V-12, Lluís Amiguet, lacontra/lavanguardia