Gobierno, reguladores, operadora...: Fukushima se pudo, y se debió, haber evitado

- dossier energía nuclear (tras Fukushima)

Demoledor informe sobre la gestión de la crisis de Fukushima. Un exhaustivo informe elaborado por un grupo de expertos nombrados por el Parlamento nipón concluye que el accidente nuclear fue un desastre causado por errores humanos. El documento –que se hizo público el mismo día en que empezaba a generar energía el primer reactor nuclear que ha vuelto a entrar en funcionamiento en Japón– constituye una severa advertencia al Gobierno de Yoshihiko Noda.

Era un secreto a voces que los errores se acumularon en la gestión del peor accidente nuclear del mundo desde 1985, pero las conclusiones escritas por los diez miembros de la sociedad civil japonesa designados por el Parlamento nipón no tienen piedad, ni desperdicio.

Sostienen que los colosales daños causados en la central atómica de Fukushima por un seísmo de magnitud 9 y el posterior tsunami que se desencadenó el 11 de marzo del 2011 no pueden atribuirse sólo a las fuerzas telúricas.

“El accidente en la planta de Fukushima Daiichi no se puede contemplar como un desastre natural. Fue un desastre hecho por el hombre que podría haberse previsto y evitado”, subraya con rotundidad el informe de 641 páginas, fruto de una investigación de seis meses de duración.

La catástrofe “fue el resultado de la connivencia entre el Gobierno los organismos reguladores y la operadora Tepco, y de una falta de gobernabilidad de estas mismas instancias”, señalan los miembros de este comité de investigación tras haber entrevistado a más de mil personas, entre ellas a los máximos responsables de la todopoderosa empresa Tepco y al primer ministro de la época, Naoto Kan.

Los acusan directamente. “Ellos han traicionado el derecho de la nación a ser protegidos de los accidentes nucleares. Es por ello que hemos llegado a la conclusión de que el accidente ha sido claramente ‘creado por el hombre’”.

Y ponen el dedo en la llaga al cuestionar, en definitiva, el made in Japan. Afirman que “las causas fundamentales son los sistemas de organización y de regulación, que están fundamentadas en lógicas erróneas en sus decisiones y en sus acciones”.

Acusan a las autoridades reguladoras de mostrarse reacias a adoptar los estándares mundiales en materia de seguridad. Una opción que habría contribuido a reducir los efectos del accidente, ya que se hubiera prevenido la fundición del núcleo de los reactores y la filtración radiactiva.

Consideran, asimismo, “imperdonablela ignorancia y la arrogancia de cualquier persona u organización que trate con energía nuclear. Hemos encontrado un desconocimiento de las tendencias mundiales y un desprecio por la seguridad pública”, afirma el informe.

A los responsables de la empresa operadora de Fukushima Daiichi, Tepco, los tachan directamente de irresponsables. “Eran conscientes de los retrasos en los trabajos antisísmicos y contra los tsunamis y sabían que Fukushima Daiichi era vulnerable”, dice el documento, que califica de “excusa para escapar a sus responsabilidades” las afirmaciones de Tepco acerca de que la potencia del seísmo y la amplitud del tsunami superaban cualquier previsión.

Los diez hombres del comité recriminan a los reguladores y a Tepco de que “eran conscientes desde el 2006 del riesgo de un apagón total en Fukushima Daiichi si se producía un tsunami”, y les culpan de no haberlo resuelto. “A pesar de que hayan habido numerosas ocasiones para adoptar medidas, las agencias reguladoras y la dirección de Tepco no hicieron deliberadamente nada, retrasaron sus decisiones o adoptaron las medidas que les convenían”, señalan.

Tampoco el ex primer ministro Naoto Kan y su equipo se libran de las críticas. Califican de deficiente su sistema de gestión de la crisis y añaden que el Gobierno actuó “lento y poco claro a la hora de informar a las autoridades municipales, lo que se tradujo en confusión sobre las ordenes de evacuación” y “de que hubiera evacuados a áreas con altos niveles de radiación”.

Como lección de Fukushima, el informe subraya la necesidad de que el Gobierno reforme en profundidad las organismos de seguridad nuclear y la legislación y adopte medidas respecto a las empresas.

La publicación de este exhaustivo estudio constituye un serio aviso al actual premier, Yoshihiko Noda, que apuesta por la progresiva reactivación de las nucleares. El comité le emplaza a que tome nota, tenga en cuenta el recelo de la población hacia la energía atómica y les garantice su seguridad antes de proseguir con los planes nucleares.

6-VII-12, I. Ambrós, lavanguardia