España cañí -64: recortes a los presos en merienda, piscina, viagra... ¡pero Canal+ intocable!

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La política de austeridad que está aplicando la Generalitat alcanza todos los rincones imaginables. Los reclusos de las prisiones catalanas no sólo acaban de quedarse sin merienda, que el Govern no tiene intención alguna de restituir a pesar de la resolución en este sentido aprobada por toda la oposición en el Parlament. El año pasado a los internos ya se les suprimió la pastilla de viagra que hasta entonces se les entregaba, junto con el preservativo, cada vez que tenían previsto mantener un contacto vis a vis con sus parejas.

11-VII-12, lavanguardia

En las cárceles de Cataluña ya no hay merienda gratis... La supresión de la merienda va a suponer un ahorro de medio millón de euros al año y con toda la reestructuración (se ha doblado el precio que los funcionarios pagaban por los menús dentro de la cárcel y se han reducido los horarios de cafetería) se prevé ahorrar dos millones de euros por ejercicio. La supresión de la merienda parece haber levantado más polémica en el Parlament, donde todos los grupos -excepto CiU- pidieron el jueves que vuelva a repartirse ese tentempié, que en las mismas prisiones, donde no constan, de momento, protestas de los internos...

Ramon Parés insiste en que la calidad de vida en las cárceles catalanas -excepto en el caso de la Modelo, con unas infraestructuras viejas y precarias- "es muy digna". Y más ahora que se ha conseguido, por primera vez en muchos años, reducir el número total de internos. En el caso de esta prisión de la comarca del Bages, esa "dignidad" de la que habla Parés tiene su principal expresión en el hecho de que la ocupación máxima por celda no pasa de los dos internos. "Ya hay muchas individuales", remarca Josep Font, director de Lledoners.

Para lujo, la piscina exterior, construida entre los edificios que albergan los ocho módulos que tiene ese penal, aunque ahora esas instalaciones están cerradas. Fue una de las primeras medidas acometidas por el actual equipo de la Conselleria de Justícia -lo que afectó también a la piscina construida en Brians 2-, al considerar que en estos tiempos de crisis podría considerarse un despilfarro gastar el dinero que cuesta el mantenimiento diario de ese tipo de infraestructuras. Estos penales se construyeron en época de bonanza económica y, al igual que pasa actualmente con otras grandes infraestructuras, el principal problema de las cárceles más nuevas afecta al mantenimiento de unos equipamientos y servicios que conllevan un coste más alto del habitual para su funcionamiento.

Lo que nadie se atreve a tocar, de momento, de esa lista de servicios penitenciarios prescindibles para ahorrar es la televisión de pago en las celdas. En todas las cárceles de Catalunya se ve el Canal+. Ramon Parés desvela que esta cuestión se ha estudiado, "pero al final hemos decidido no cortar esa señal, cuyo costes es, por ejemplo, muy inferior al que costaba el servicio de la merienda". En Justícia se ha considerado que dejar sin televisión de pago a los reclusos podría repercutir en las "estrategias de convivencia". Es un tema de paz social penitenciaria, pues los responsables de las cárceles están convencidos de que habría una protesta unánime entre los internos si se cortase el Canal+. Nada que ver con la aparente calma que se respira en los patios de las cárceles tras la desaparición de la merienda. En Catalunya son los reclusos quienes se compran los televisores si quiere ver la tele en las celdas, cuando en algunas prisiones españolas, revela Parés, el gobierno socialista compró televisores de plasma para instalarlos en las celdas...

El pasado jueves, para el almuerzo había ensalada de patata alemana, escalopa de cerdo con calabacín rebozado, y helado de postre. Hoy en Lledoners comerán lentejas estofadas con costillas, lomo adobado a la piña con zanahoria baby, y helado. Y mañana, domingo, paella de pollo y pescado, cinco pinchos de cerdo con berenjena rebozada y natillas de chocolate. Justícia cree que con estos menús (a los que hay que sumar el desayuno, con café, leche, tostadas y acompañamiento) y la posibilidad de comprar alimentos en los economatos abiertos en todas las cárceles, la alimentación de los presos queda garantizada, aunque ya no tengan la pieza de fruta, el yogur o el zumo que se les daba para merendar. La queja más oída entre los reclusos: "Se sirve demasiado pescado".

7-VII-12, J. Ricou, lavanguardia