(panem et circenses:) la burbuja del fútbol profesional, del opio del pueblo masculino

- (panem et circenses:) ¿Liga de las estrellas o burbuja del fútbol profesional?

Algunos clubs de la Liga española se encuentran en una situación económica crítica, no sólo por la grave crisis, sino por los desmesurados gastos en fichajes que han efectuado en los doce últimos años, cuya suma total alcanza los 3.469 millones de euros. Este disparate ha llevado a varios clubs a las puertas de la ruina. Sólo la deuda de los clubs con Hacienda se eleva a 752 millones, siendo el Atlético de Madrid, con 120 millones, y el Deportivo, con 90, los que encabezan este ranking. Sin contar las deudas a la Seguridad Social, que los clubs mantienen en la más estricta opacidad, lo que crea una sensación de favoritismo respecto al trato que reciben el grueso de las empresas, a las que para lograr un aplazamiento se exigen cuentas reales.

Es evidente que esta situación no puede continuar. El pasado abril se estableció un acuerdo entre el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para saldar la deuda pública en el año 2020. Fue una decisión criticada por cuanto se basa en elementos tan aleatorios como jugar o no la Champions, o en que el balón traspase o no la línea del gol, o en ingresos de torneos que aún no se han celebrado, según reveló el Sindicato de Técnicos de Hacienda.

Pero la deuda de los clubs no está contraída sólo con la administración pública. También las hay con otros clubs y con proveedores, aunque sus números apenas se conocen, excepto los de los equipos que tienen que exponerlas en asamblea, como son los carentes de estatus de sociedad anónima (Barça y Real Madrid, entre otros pocos). Esta falta de transparencia contraviene la norma fundamental de las sociedades anónimas. Y las auditorías no aclaran gran cosa. Es más, algunos clubs han sobrevivido gracias a las subvenciones de ayuntamientos y autonomías, unos ingresos que por razones obvias están de baja o a punto de desaparecer.

El panorama descrito ha obligado a los dirigentes de los clubs a recortar el gasto, empezando por los fichajes, que son la parte del león en los presupuestos, así como a tomar otras medidas, como que desaparezcan los partidos en abierto de los dos grandes clubs y se retransmitan sólo aquellos que despiertan menos interés.

Apesar del descenso en picado de las cantidades destinadas a fichajes, sigue siendo necesario arbitrar una ley del deporte profesional que exija a los clubs transparencia en su gestión económica, con las correspondientes sanciones para quienes incumplan su normativa. Esta sería una ley de todo punto necesaria para regular y contener la insolvencia financiera de las sociedades deportivas, no sólo para mejorar la imagen del deporte español, ahora sujeto a sospecha por su alegría en el dispendio, sino para facilitar la mejor gobernanza de un sector que, como es el caso de la Liga profesional, genera un negocio de 1.800 millones de euros anuales. Va en ello su propia credibilidad.

3-IX-12, lavanguardia

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