el Tribunal de La Haya zanja un siglo de disputa entre Colombia y Nicaragua

Decisión salomónica en La Haya: la tierra para Colombia y el mar para Nicaragua. El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) resolvió ayer un histórico litigio entre ambos países por la posesión de unas islas y decidió que los siete cayos que reclamaba Managua seguirán siendo colombianos, aunque restó a Bogotá una rica porción del Caribe que ahora será nicaragüense. Son unas 200 millas náuticas ricas en pesca y donde podría haber petróleo.

El fallo es vinculante e inapelable y pone fin a una disputa de casi un siglo, aunque no fue reactivada hasta 1980, cuando en su primera presidencia, el nicaragüense Daniel Ortega denunció el tratado bilateral conocido como Esguerra-Bárcenas (1928) por el que Managua reconoció a Bogotá la titularidad del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. De hecho, estas islas están más cerca de Nicaragua (200 kilómetros), que de las costas colombianas (770). Sin embargo, el TIJ ya dejó claro en una sentencia del 2007 –y lo ratificó ayer– que la soberanía del archipiélago es de Colombia.

No obstante, Ortega, investido de nuevo en el 2007, volvió a la carga y reclamó siete pequeños cayos como estrategia para reivindicar una ampliación de su frontera marítima, lo que logró ayer. La flora marina del archipiélago, uno de los principales destinos turísticos colombianos, fue declarada reserva de la biosfera por la Unesco en el 2000.

Si bien Colombia se felicitó por la ratificación de su soberanía sobre las islas, su Gobierno sabe que Nicaragua ha salido más beneficiada. Poco después de conocerse el fallo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció una visita a San Andrés.

Por su parte, el embajador nicaragüense ante La Haya, Carlos José Argüello, explicó que “lo que estábamos discutiendo eran los espacios marítimos: la zona económica exclusiva, la plataforma continental, las zonas de pesca y el subsuelo, donde puede haber petróleo y quién sabe qué otro tipo de minerales y riquezas”.

20-XI-12, corr., lavanguardia