"La sombra de Maura", Josep Maria Ruiz Simon

El domingo el diario ABC exhibía una portada que no sólo ilustraba el poco interés de sus responsables por el aspecto estético de la publicación. Ante un telón de teatro bajado que quería evocar el fin de una función, un cutre montaje fotográfico ponía cara al público a los actores de la obra que supuestamente se acababa de representar. Trece comediantes integraban un elenco formado por un grupo mayoritario de miembros de las escuelas dramáticas del PP, el PSOE y CiU, por un artista invitado de la casa real y por la expareja sentimental de una folklórica: Jaume Matas, Luis Bárcenas, Francisco Correa, Rodrigo Rato, José Antonio Griñán, José Blanco, Manuel Bustos, Francisco Rodríguez, Oriol Pujol, Duran Lleida, Fèlix Millet, Iñaki Urdangarin y Julián Muñoz. El título informaba que los españoles dicen basta. El subtítulo aclaraba que lo decían en una encuesta en que pedían mano dura contra los corruptos y medidas drásticas contra la corrupción. Y el antetítulo, que, de hecho, era todo un editorial, remachaba el clavo: “ABC por la Regeneración”.

Evidentemente que el ABC esté por la regeneración no es ninguna novedad. El periódico tuvo desde sus orígenes una buena relación con don Antonio Maura, el célebre líder conservador, sobre todo desde que el político hizo nombrar senador vitalicio a su fundador. Maura, que mostró una gran habilidad a la hora de apropiarse del discurso regeneracionista surgido a raíz de las derrotas de 1898, es un personaje capital en la historia del pensamiento de la derecha española. Su idea dominante, la “revolución desde arriba”, hizo una gran fortuna. Se trataba, en palabras suyas, de “hacer la revolución desde arriba [es decir: de que de la hicieran las élites del Estado] para que no nos la hagan desde abajo”. Fue en nombre de esta idea, si bien en contra del criterio de su primer ideólogo, que el general Primo de Rivera llevó a cabo, con la colaboración inestimable del alta burguesía catalana y del rey, su golpe de estado de 1923. Y el hijo del dictador, José Antonio, fundador de Falange, también fue un ferviente partidario de esta filosofía política, que explotaba, con gran eficacia, la creencia popular en la realidad de una España sana que no podía expresarse con brillo porque la ahogaba una superestructura política corrupta.

Nada nuevo bajo el sol. El discurso regeneracionista de la derecha española es más que secular. Y sus reciclajes más recientes se han realizado en los laboratorios de la FAES, que en 2008 organizó unas jornadas conmemorativas del centenario de “gobierno largo” de don Antonio. Las jornadas fueron coordinadas por Benigno Pendás, colaborador de ABC y actual presidente del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, un viejo organismo también reciclado que depende de la Moncloa y que hace unos meses recibió el encargo del gobierno de formular propuestas para la regeneración democrática de España.

22-I-13, Josep Maria Ruiz Simon, lavanguardia