España cañí -114: el país donde el Ministro de Hacienda es el primero en defraudar(nos)

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El miércoles, en la sección La mirilla que aparece siempre en la página 2 de este diario, publicaron una historia deliciosa. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, había estado en Barcelona para intervenir en la asamblea de la patronal Foment del Treball y, luego, lo invitaron a cenar. Explicaba el redactor de La mirilla que Montoro explicó varias anécdotas: “Una de las que más sonrisas provocaron fue la de que, con motivo de la despedida de un alto funcionario, la cúpula del ministerio acudió a cenar a un restaurante de Madrid. Según explicó el ministro, en el momento de ir a pagar, un camarero despistado o poco informado preguntó a los presentes si querían factura y por tanto el correspondiente IVA, o no. Montoro y los suyos se quedaron con las ganas de enviar la inspección”.

La primera pregunta que al lector le viene a la cabeza después de leer eso es: ¿por qué no enviaron la inspección? ¿Qué se lo impedía? ¿Por qué se quedaron con las ganas? Si, ante una situación así, ni el ministro de Hacienda es capaz de presentar la correspondiente denuncia, o como se llame, ¿cómo quieren que los contribuyentes se crean de verdad todo eso que dicen de su lucha contra las facturas sin IVA y el dinero negro? ¿No eran suficientes testigos, la cúpula del Ministerio de Hacienda en pleno, para empapelar al restaurante en cuestión, que queda claro que debe tener esa práctica como habitual?

7-VI-13, Quim Monzó, lavanguardia