artista japonesa encarcelada por inspirarse en sus genitales

Un tribunal de Tokio zanjó en la noche del viernes uno de los temas más polémicos en el mundillo cultural japonés esta semana. El juez de turno decidió anular la orden de arresto que pesaba sobre Megumi Igarashi, conocida como la artista de la vagina, por sus esculturas inspiradas en los genitales femeninos.

Su puesta en libertad se produjo una semana después de su detención y de que se pusiera en marcha una campaña reclamando su liberación. En cinco días, más de 21.000 personas firmaron una petición a través internet, dirigida a la policía metropolitana de Tokio, para que dejaran en libertad a la artista de la vagina.

Megumi Igarashi había sido detenida la semana anterior acusada de distribuir material obsceno, según el código penal japonés. La policía la detuvo por distribuir datos digitales que permitirían reproducir sus genitales con una impresora en tres dimensiones a cambio de dinero.

La artista, de 42 años y que firma sus obras con el seudónimo de Rokudenashi-ko (china mala), se defendió alegando que había puesto en marcha una iniciativa de crowdfunding con el objetivo de recaudar fondos para construir un kayak en forma de vagina. Hasta el momento, había recaudado un millón de yenes (7.300 euros), de 125 donantes, según la policía nipona.

Tras su liberación, Igarashi, instó a la sociedad nipona a superar la percepción de que los genitales femeninos son tabú y consideró que "ha sido un arresto injusto". "No creo que mis geniales sean obscenos", añadió, según el diario Japan Times.

20-VII-14, I. Ambrós, lavanguardia