"Información o basura", Enrique Dans

Información o basura - Expansión (pdf)Tras el parón vacacional, vuelve el suplemento de Expansión que incluye mi columna, que hoy he titulado “Información o basura” (pdf).

Un intento de concienciar al lector de la necesidad de escoger estrategias personales de gestión de información: en muy poco tiempo, generacionalmente hablando, hemos pasado de un mundo con fuentes de información limitadas en su origen, disponibilidad y accesibilidad, a otro en el que todos podemos producir información y esta nos llega de manera prácticamente instantánea a pantallas que tenemos disponibles en todo momento y en todas partes.

¿Se corresponde esa era de mayor disponibilidad de información con una generación de usuarios que, educados en ella, se puedan considerar mejor informados que sus precedentes? Desgraciadamente, la respuesta parece ser negativa. Carentes de estrategias de gestión de información, la mayor parte de los usuarios parecen decantarse por publicaciones fuertemente editorializadas que les permiten leer “las noticias como ellos quieren” en lugar de tratar de informarse con mayor pluralidad, y en lugar de predominar las publicaciones con enlaces que permitan profundizar más en la información y en las fuentes utilizadas por quien la redacta, predominan los titulares fáciles destinados a buscar la viralidad como sea. La valoración de BuzzFeed en $850 millones, el triple de lo que Jeff Bezos pagó por The Washington Post, no deja de ser un triste signo de los tiempos que vivimos, como lo es la tonelada de basura con titulares sensacionalistas y amarillos que invade nuestros timelines en Facebook.

En cómo consumimos información está la clave de muchas cosas. La información que consumimos nos proporciona mucho más que noticias para comentar en la barra de un bar o en la red social de turno. La información que consumimos nos hace más o menos innovadores, nos abre a nuevas ideas, nos permite entender puntos de vista en base a la pluralidad, y nos enriquece abriendo nuestras perspectivas, no ayudándonos a ceñirnos las orejeras.

No es un problema de internet. Internet tiene el potencial de darnos mucho más que un acceso más rápido a una mayor cantidad de basura. Es un problema de las personas. Y por extensión, de las organizaciones. El cómo nos informamos termina, en último término, por determinar cómo somos y cómo trabajamos.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Información o basura

No hay duda: vivimos en la época de mayor producción y difusión de información de la historia de la humanidad. Por un lado, una nueva generación de herramientas de que han dotado a la comunicación de una bidireccionalidad sin precedentes. Por otro, tecnologías móviles que posibilitan acceder a esa información desde cualquier sitio y a cualquier hora.

Y sin embargo, no parece que vivamos en la época de mayor aprovechamiento de la información. En lugar de un segundo Renacimiento cultural, tenemos prisas, precipitación, fugacidad, juicios de valor rápidos, y lectura de titulares cada vez más amarillos y sensacionalistas. Algunas inversiones recientes sitúan el valor de publicaciones como BuzzFeed, caracterizadas por titulares “gancho” para atraer el clic fácil, en más del triple de lo que vale una referencia del periodismo como The Washington Post.

Enfrentarse al panorama informativo actual exige que reaprendamos a informarnos. Que diversifiquemos nuestras fuentes, y las prioricemos en función del beneficio que nos ofrecen: deberíamos buscar información de calidad, con enlaces a sus fuentes, rigor, y perspectivas plurales. Sin embargo, cada vez buscamos más editorialización, enfoques unívocos que nos reafirmen en lo que pensábamos, en lugar de hacernos dudar.

Leemos mucho, pero mal. Fugazmente. Si es largo, fuera. Si nos hace trabajar mentalmente, adiós. Recompensas rápidas: creernos enterados, quedarnos con la música y compartir, aunque compartamos basura. Total, solo van a leer el titular…

¿Es la única manera? ¿Enrocarnos en medios que cierran nuestras perspectivas con anteojeras ideológicas en lugar de abrir nuestros puntos de vista? ¿Consumir fugazmente, o aprovechar la abundancia para tratar de obtener posiciones mejor fundamentadas?

En plena era de la información, ¿nos informamos mejor? ¿O leemos más basura? Piénselo. En las características de ese consumo está la clave de muchas cosas.

 

This article is also available in English in my Medium page, “Information or junk

05sep2014, enriquedans.com