España cañí -179: ladrones protectores de ladrones

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Invertir los ahorros de una vida en un piso para obtener una renta suplementaria que les permitiera complementar una insignificante pensión de apenas 500 euros mensuales. Benet Pera, de 90 años, y su esposa, Neus Arenas, de 85 años, tenían bien planificada su jubilación, pero no contaban con la acción de un okupa, Natjim E.H., de 47 años, que desde el 2012 los extorsiona para abandonar su vivienda en Canet de Mar a cambio de pagar 2.500 euros, mucho menos de lo que los ancianos ya se han gastado en el litigio judicial.

Los 343 euros que Benet y Neus obtenían cada mes de su primer inquilino, Victoriano S., les permitía afrontar el futuro con mayores garantías, más allá de la pequeña pensión de jubilación como agricultores, para seguir viviendo en su casa de propiedad. No contaban, sin embargo, con que su alquilado traicionaría su confianza al tener un realquilado, Natjim E.H., con el que pronto empezarían los problemas.

El inquilino oficial, tras varios incidentes violentos con su compañero de piso, el 13 de noviembre del 2012 abandonó la vivienda y devolvió las llaves a los propietarios. El anciano, al acudir a comprobar el estado en que había quedado el piso, se encontró con que Natjim había reventado la cerradura y colocado un gran candado. "No tienes derecho, le dije, pero se limitó a pedirme perdón y cerró la puerta", recuerda el propietario. Desde entonces, para los dos ancianos su vida está sumida en un incesante embrollo judicial. En noviembre del 2012, denunciaron los hechos ante los Mossos d'Esquadra de Arenys de Mar y, cinco días después recibieron el primer mazazo. El juez de Arenys que instruye el caso sentencia que "no son los hechos dolosos y no pueden considerarse imprudente" por lo que dispone incoar diligencias previas y "archivar la denuncia al no tener los hechos trascendencia penal con expresa reserva de acciones a la parte perjudicada".

En los tres meses posteriores, los intentos de contactar con el intruso fueron infructuosos hasta que se logró negociar el abandono del piso, "mientras se acumulaban facturas de agua y electricidad desde agosto del 2012" que Benet Pera decidió abonar para poner los servicios a su nombre, ante la promesa de Natjim de dejar el piso. Con ello, el propietario aún sigue pagando religiosamente el agua y la electricidad, sin que el falso inquilino abone jamás cantidad alguna.

Ante la insistencia del propietario, el okupa intentó extorsionar al matrimonio de ancianos. Primero, abordó a la mujer por la calle advirtiéndole de las consecuencias que tendrían si lo echaban, para después exigirles 2.500 euros a cambio de abandonar el piso. Ahora, dos años después, el propietario se lamenta de que "debería haber pagado en lugar de confiar en la justicia", ya que, no satisfecho con la coacción, el intruso, asesorado por un abogado de oficio, denunció al anciano propietario y al anterior inquilino, un juicio que se celebró el 7 de enero de 2014 con una sentencia de absolución para los denunciados. Entre tanto, el primer inquilino intentó recuperar sus pertenencias, que habían quedado en el interior del piso, pero acabó siendo agredido por Natjim.

Consciente de la lentitud de la justicia, el okupa presentó un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial contra la sentencia emitida tras el juicio que se celebró el 18 de septiembre de 2013 para pedir el desahucio. Dos meses después, se dictó el desahucio por precario, condenando al intruso a desalojar el inmueble, aunque hoy sigue en el piso. Atrás quedan también peticiones y demandas al Ayuntamiento y el Síndic de Greuges, "que dicen no poder hacer nada".

Ahora, Benet, a sus 90 años, se ha dado por vencido. "Me hago viejo y, gracias a Dios, no nos falta para comer", dice afligido y derrotado por un okupa "que se burla de mí", pero más abatido si cabe por la actuación de la justicia. "Espero que si el juez lee esto, tenga una pizca de vergüenza y defienda a los que actuamos bajo la legalidad". Ahora, lo único que le preocupa es el estado en el que encontrará su piso cuando, algún día, pueda acceder a él.

La fórmula de la extorsión, según informan los colegios de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria consultados, es un fenómeno que apareció a finales del 2013 cuando detectaron personas que les pedían dinero a cambio de dejar las propiedades ocupadas, ante lo que siempre recomiendan presentar denuncia inmediatamente.

30-XII-14, F. Cedó, lavanguardia