Boko Haram ataca con tres niñas-bomba

Los testigos dicen que la niña, de unos diez años, estaba inquieta antes de entrar en el mercado de Maiduguri el sábado por la mañana. Esta ciudad del norte de Nigeria ha sufrido varios atentados de la banda fundamentalista islámica Boko Haram en los últimos meses y, a falta de presencia de las fuerzas de seguridad estatales, un grupo de vecinos cacheaba a quien quería entrar para así evitar un ataque en un lugar atestado. Pero cuando los vigilantes preguntaron a la niña por un bulto en su cinturón ya era demasiado tarde. La explosión de la bomba que la niña llevaba bajo la hiyab mató a 19 personas.

"Era una niña pequeña", dijo un oficial del hospital tras ver los pedazos del cadáver que llegaron al centro horas después.

Ayer en Potiskum, a 230 kilómetros al oeste de Maiduguri, otras dos chicas hicieron explotar bombas adosadas a sus cuerpos y mataron a siete personas e hirieron a 40. Un vendedor de móviles que fue testigo de la masacre dijo que las terroristas suicidas parecían niñas. "Vi sus cuerpos muertos. Son dos chicas muy jóvenes, de unos diez años o poco más... pero sólo se les veía una parte del pelo trenzado y la parte superior del torso".

Aunque Boko Haram no ha reivindicado el atentado -nunca lo hace- todas las miradas indican a su autoría y a algo más: una vuelta de tuerca en la táctica mortal de la banda, cuyo nombre en lengua hausa significa "la educación occidental es pecado". Las tres niñas enviadas a inmolarse en menos de 24 horas reafirman las sospechas de que la banda yihadista usará todos los medios para sembrar el terror antes de las elecciones presidenciales de febrero.

La escalada ha sido una constante el último año. Desde que en junio se registrara el primer caso de una mujer convertida (o usada) en terrorista suicida en la localidad de Gombe, se han producido varios casos de atentados perpetrados por chicas, incluido uno a final de año en el que cuatro mujeres se inmolaron en la ciudad de Kano.

Se desconoce si la banda está usando a viudas o familiares de militantes caídos -el abuso de las fuerzas armadas contra sospechosos de pertenecer a Boko Haram y sus familias ha sido denunciado por organizaciones locales y Amnistía Internacional-, o si se trata de inmolaciones forzadas. En esa dirección apuntan las investigaciones, sobre todo cuando las autoras de los atentados son niñas de tan temprana edad.

La única prueba al respecto son las declaraciones de una niña de 14 años, quien aseguró que Boko Haram la había enviado junto a dos otras niñas a inmolarse en un mercado de Kano. Mientras sus dos compañeras se hicieron estallar y mataron a cuatro personas, ella se arrepintió en el último momento y, herida en una pierna, trató de llegar al hospital. Fue descubierta cuando trataba de deshacerse del cinturón de explosivos. En un vídeo facilitado por la policía, y que no pudo ser verificado de forma independiente, la niña explica que su padre la entregó a la banda. Entre sollozos, cuenta cómo fue empujada al terror. "Me preguntaron si quería ir al paraíso y que debía hacer explotar una bomba y morir". La niña dice que sabía cuál sería su destino si se negaba: "Vi como enterraban vivos a muchos".

12-I-15, Xavier Aldekoa, lavanguardia