the great (fire)wall of China, o de la Gran Muralla al Gran Cortafuegos

China está alcanzando, paso a paso, un objetivo que parecía imposible en internet. En poco más de una década está logrando poner puertas al campo digital. Su última ofensiva va encaminada a bloquear las populares redes privadas virtuales o VPN, que hasta ahora permitían saltarse la censura china.

Desde hace unas dos semanas, los censores chinos se han apuntado un nuevo éxito en su objetivo de cortocircuitar las opciones de los internautas de navegar por la red. Han actualizado su poderoso cortafuegos cibernético, denominado el Gran Cortafuegos. y lo han dotado de nuevos y sofisticados filtros. Una acción que les ha permitido bloquear los populares VPN (virtual private network o red virtual privada). Una iniciativa que impide a los usuarios acceder a servicios como Google, Gmail, Facebook, Twitter o Instagram. La medida ya ha surtido efecto y ha empezado a provocar enormes dificultades a empresas y colectivos profesionales cuyo trabajo depende del extranjero y que, en mayor o menor medida, están acostumbrados a las restricciones y a la lentitud de internet en China.

Esta ofensiva del régimen comunista es particularmente importante porque supone controlar el último puente de que disponen empresas y colectivos extranjeros para acceder libremente a la red. Es por esta razón que la actualización del Gran Cortafuegos ha desencadenado un pulso entre Pekín y las compañías suministradoras de los servicios de VPN, que se han apresurado ha buscar soluciones para que sus clientes puedan volver a superar la censura china. La solución no es fácil y todo apunta a una carrera de recursos tecnológicos. Un juego del gato y el ratón, en que los usuarios que habitan en China son la presa.

Sin embargo, las autoridades de Pekín ya han dado a entender que no bajarán la guardia en su proyecto de controlar internet, a pesar de las quejas de las cámaras de comercio extrajero sobre la lentitud y el control excesivo de la red. "El país necesita nuevos métodos para atajar nuevos problemas", ha dicho Wen Ku, responsable del departamento de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria e Información, en una rueda de prensa en Pekín. Una respuesta que revela la importancia que el régimen comunista otorga al papel que desempeñan las redes sociales en convocar movilizaciones en tiempo real y que han jugado un papel importante en las protestas de Hong Kong del pasado octubre.

Wen Ku, ya adelantó que "se adoptarán nuevas medidas cuando emerja una nueva situación en internet". Y, a modo de advertencia, subrayó que "las páginas extranjeras deben obedecer las leyes chinas y las políticas de gestión de internet". Una precisión que incluye el hecho de que las compañías que suministran los servicios de VPN deben registrarse en China, algo que no han respetado, según Global Times, perteneciente al grupo del Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista.

5-II-15, I. Ambrós, lavanguardia